Afrontamos actualmente tiempos de cambio, pero sobre todo de temor, temor a que durante los siguientes años la inseguridad, la violencia y la impunidad continúen avanzando, temor a que pese al cambio de gobierno, persista y empeore la decadencia en el sistema de salud y educativo, sostuvo Juan Espinoza Jiménez, Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, quien ante ello, exhortó a los ciudadanos a tener fe y acercarse a Dios para afrontar esta complicada situación, pidiendo que las cosas cambien para bien.
Durante su homilía dominical, expuso que afrontamos tiempos complicados y de temor ante lo que pueda venir con los cambios que están próximos a darse desde el Gobierno Federal, pues hay miedo no únicamente de que las cosas continúen tal como están, sino que puedan empeorar.
“Puede haber otros temores que nos amenazan como el temor a que la situación de inseguridad siga aumentando, de que la educación y el sistema de salud continúe en decadencia y a nivel nacional la amenaza a perder la libertad de expresión y el gran temor de seguir viviendo en la orfandad, abandonados a nuestra suerte ante el galopante avance de la violencia y la impunidad”.
Desde las familias, dijo, se afrontan además otro tipo de temores, como “una enfermedad, perder tu empleo, no tener lo necesario para sacar adelante a tu familia”.
De igual forma, Monseñor dijo que lamentablemente hay una deshumanización en nuestro país, donde se privilegian las divisiones y los intereses personales, donde madres buscadoras son desamparadas, los enfermos descuidados, mientras que la vida, la familia y la educación son atacadas con ideologías impuestas.
“Deshumanización a causa de las ideologías impuestas contra la dignidad humana, la vida, la familia, la educación y así el llamado humanismo mexicano no se ve, pero por el contrario, se percibe claramente una deshumanización porque vemos un individualismo por todos lados, se resaltan los intereses personales, las divisiones, el relativismo ante la verdad, el crimen brutal y despiadado azota muchos cuerpos, las madres buscadoras abandonadas, enfermos descuidados, creo que vamos poco a poco expulsando a Jesús de nuestra barca y se va perdiendo la fraternidad y la solidaridad de nuestra sociedad”, concluyó.