Este jueves, el legado de la cantante Jenni Rivera quedó inmortalizado con una estrella póstuma en el Paseo de la Fama de Hollywood.
La emotiva ceremonia se llevó a cabo frente al edificio de Capitol Records, donde amigos y familiares se reunieron para honrar la memoria y la trayectoria artística de la «Diva de la banda».
Los hijos de la intérprete, Chiquis, Jacquie, Jenicka, Michael y Johnny, fueron quienes develaron la placa, acompañados por Gloria Trevi. Si bien todos mostraron emoción por este logro familiar, también hubo momentos de lágrimas, especialmente cuando la madre de la intérprete, Rosa Saavedra, se desplomó sobre la estrella, visiblemente afectada, protagonizando uno de los momentos más conmovedores.
La imagen de este instante circuló ampliamente en redes sociales, generando opiniones encontradas.
En un video compartido por la influencer Chamonic3, se observa a Doña Rosa sosteniendo una fotografía de Jenni, pronunciando palabras al cielo entre lágrimas mientras la audiencia la apoya con aplausos y un mariachi comienza a tocar cuando se levanta para retirarse.
La actitud de Doña Rosa desafortunadamente dividió las opiniones en las redes sociales. Algunos usuarios expresaron molestia hacia ella, mientras que otros defendieron su dolor, argumentando que perder a un hijo es una de las experiencias más dolorosas que puede enfrentar alguien.
Dicha reacción se debe a aquellos que siguieron de cerca la historia de la Diva, pues se conoce la relación entre Saavedra y su hija estuvo marcada por conflictos durante años.
En el pasado, Rosa mostró apoyo público a Trino Marín, expareja de Jenni y condenado por abuso sexual contra su propia hija y sobrina. Este apoyo causó distanciamiento con la famosa, quien sintió que su madre no la respaldaba en su búsqueda de justicia. Además, surgieron tensiones relacionadas con el manejo de la carrera de Rivera y asuntos financieros, discusiones que continúan hasta el día de hoy, ahora entre sus hijos y su abuelo, Don Pedro Rivera.
Tras la trágica muerte de la cantante de «Mariposa de Barrio» en diciembre de 2012, Doña Rosa declaró que el suceso dejó una marca tanto en ella como en su familia.