La noticia de que un joven de 22 años fue ejecutado públicamente en Norcorea por escuchar y compartir música y películas K-Pop generó indignación a nivel mundial, pero no es la primera vez que ocurre. Ya en 2021, otro reporte de derechos humanos señalaba que, para el régimen de Kim Jong-un, el K-pop era un «cáncer vicioso» cuyos fans no merecían más que la muerte.
En diciembre de 2021 se dio a conocer un informe de Transitional Justice Working Group, con sede en Seúl, según el cual, al menos siete personas habían sido ejecutadas por escuchar o distribuir videos de K-pop. «Las familias de los ejecutados a menudo se vieron obligadas a presenciar la ejecución», señaló el informe.
Transitional Justice Working Group, un grupo defensor de los derechos humanos entrevistó a 683 desertores para obtener su información. La organización se centró solamente en las ejecuciones realizadas en Hyesan, una ciudad cercana a China, Hyesan, por donde han pasado miles de desertores y, de acuerdo con el diario estadounidense The New York Times, una de las principales vías por las que información del exterior entra a Norcorea, incluyendo contenido de entretenimiento considerado ilegal en Pyongyang, como el K-pop.
Las ejecuciones se llevaron en un periodo entre 2012 y 2014, y seis de ellas se realizaron justo en Hyesan. Según el Times, medios de comunicación norcoreanos describen el K-pop como un «cáncer vicioso» que puede hacer que el país «se desmorone como una pared húmeda».
Además de las ejecuciones, el régimen de Kim Jong-un ha recurrido a los castigos públicos. Videos que han logrado salir de Norcorea así lo han demostrado. En 2020 se dio a conocer uno de un castigo que se le dio a una estudiante norcoreana a quien se le confiscó una memoria USB con una película y 75 canciones provenientes de Corea del Sur. El joven fue castigado frente a una larga audiencia que incluyó a sus compañeros de escuela.
La ejecución del joven de 22 años se dio a conocer en un reporte de derechos humanos del Ministerio de Unificación de Corea del Sur difundido el jueves 27 de junio. El informe, igual que el de Transitional Justice, se basa en informes de desertores. Fue uno de ellos quien narró que un joven de la provincia de Hwanghae del Sur fue ejecutado públicamente en 2022 por escuchar 70 canciones surcoreanas, ver tres películas y compartirlas.
Escuchar y compartir K-pop está prohibido bajo una ley norcoreana aprobada en 2020 que prohíbe «la ideología y la cultura reaccionarias».
También se considera reaccionario que las novias usen vestido blanco, beber alcohol en copas de vino, usar gafas de sol… todo aquello que suene a costumbre surcoreana u occidental.
El informe del Ministerio surcoreano señala que el régimen se concentra en particular en los jóvenes, a quienes suele inspeccionar con frecuencia sus teléfonos móviles para comprobar la ortografía de los nombres de contacto, las expresiones y verificar que no usen argot «de influencia surcoreana».
¿Escuchar «Gangnam style»? Se considera «influencia maligna».
En 2022, Radio Free Asia, que recibe financiamiento del gobierno estadounidense, dijo que el régimen estaba tomando medidas enérgicas contra la moda y los peinados «capitalistas», centrándose en los vaqueros ajustados y las camisetas con palabras extranjeras, así como en el pelo teñido o largo.