El FBI sigue intentando esclarecer las razones por las que un hombre quiso asesinar el sábado en un mitin al candidato republicano a la Casa Blanca y expresidente Donald Trump (2017-2021), aunque ya accedió al teléfono del agresor e interrogó hasta a cien testigos del suceso.
Más de 48 horas después del incidente, persisten las preguntas sobre qué motivó el intento de asesinato y también cómo fue posible que un joven de 20 años pudiera subirse a un tejado y disparar hasta ocho veces antes de ser abatido por los agentes del Servicio Secreto.
En declaraciones a la cadena CNN, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, llegó a admitir este lunes que hubo un «fallo» en la seguridad alrededor de Trump, quien este lunes fue proclamado oficialmente candidato republicano para las elecciones de noviembre próximo.
«Cuando digo que algo así no puede suceder, estamos hablando de un fallo», afirmó Mayorkas, quien como titular de Seguridad Nacional tiene bajo su batuta al Servicio Secreto, encargado de proteger a los políticos de Estados Unidos.
Un fusil que compró su padre hace once años
Por ahora, lo único que se sabe es que el autor del atentado, Thomas Crooks, de 20 años, actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15 que compró legalmente su padre en 2013, es decir, hace once años, según dijo este lunes a The Washington Post una fuente familiarizada con la investigación.
En cuanto a afiliaciones políticas, solo se sabe que Crooks estaba registrado como votante del Partido Republicano. Sin embargo, registros electorales muestran que alguien con su nombre y dirección hizo en 2021 una donación de 15 dólares al Proyecto de Participación Progresista, una organización demócrata.
Este lunes en un comunicado, el FBI anunció que logró acceder al teléfono de Crooks, por lo que ahora los agentes podrán tener acceso a las comunicaciones que tuvo en los momentos previos al atentado. También están analizando otros dispositivos electrónicos que pertenecían al acusado.
Además, los agentes del FBI se encuentran actualmente analizando en sus oficinas de Quantico (Virginia) el material para hacer bombas que se encontró en el vehículo y la residencia del atacante.
Hasta ahora, el FBI ha realizado cerca de 100 entrevistas con personal de las fuerzas del orden que estaba en el mitin donde Trump fue atacado, así como asistentes a ese evento y otros testigos, según se detalló este lunes en una comunicación.
El intento de asesinato a Trump, el primer incidente de ese tipo desde el que sufrió Ronald Reagan en 1981, ha suscitado importantes interrogantes sobre los posibles fallos que hubo en los protocolos de seguridad del Servicio Secreto y ha hecho que el Gobierno de EE.UU. anuncie una investigación independiente.
Según reveló este lunes la cadena NBC, el Servicio Secreto de Estados Unidos había identificado desde hace días como un potencial riesgo de seguridad el tejado al que se subió el autor del atentado, ubicado a solo 135 metros de donde Trump iba a hablar en el mitin, pero fuera del perímetro de seguridad del evento.
El Servicio Secreto afirmó que la seguridad del edificio desde donde se disparó era responsabilidad de las autoridades locales, aunque el fiscal del condado ha desmentido esta versión.
Dispositivos de seguridad para los candidatos
Mientras avanza la investigación y ante la preocupación por posibles incidentes similares, el presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó este lunes dotar de un dispositivo del Servicio Secreto al candidato presidencial Robert Kennedy Jr. y reforzar el de Trump.
Según explicó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, entre las mejoras a la protección de Trump se incluyen medidas para la Convención Nacional Republicana, que comenzó este lunes en Milwaukee (Wisconsin), como por ejemplo un aumento del vallado alrededor del recinto y tecnología de reconocimiento.
Kennedy Jr., quien se presenta como candidato independiente frente a Trump y Biden para las elecciones de noviembre, dijo hace meses que se le había negado una solicitud para recibir la protección del Servicio Secreto.
El domingo, tras el atentado contra Trump, dos legisladores, el republicano Mike Lawler y el demócrata Ritchie Torres, anunciaron que presentarían un proyecto de ley para proporcionar «protección reforzada del Servicio Secreto» a Biden, Trump y RFK Jr durante la campaña para las elecciones de noviembre.