El ataque israelí lanzado este sábado contra posiciones de los rebeldes chiíes hutíes en el puerto de Al Hodeida (oeste), el primero del Estado judío contra Yemen, provocó un caos en la principal salida al mar Rojo del país árabe.
Según responsables hutíes, el ataque tuvo como blancos «depósitos de petróleo y la central eléctrica» de Al Hodeida, una ciudad desde donde los insurgentes yemeníes lanzan una gran parte de sus ataques contra barcos israelíes o vinculados con ese país.
No obstante, fuentes portuarias dijeron a EFE que el bombardeo israelí tuvo como objetivo «el muelle de descarga de combustible y gas, los tanques de almacenamiento de combustible y las dos únicas grúas para contenedores en funcionamiento».
Según esas fuentes, el edificio de la aduana del puerto de Al Hodeida «fue destruido», mientras que en la periferia norte de la ciudad la aviación israelí atacó el cuartel de la Policía Militar de los hutíes, así como una sede de los servicios de inteligencia de los insurgentes yemeníes.
Nuevas amenazas
El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, prometió en un discurso una respuesta contra «los objetivos vitales del enemigo sionista», y reiteró que la ciudad de Tel Aviv, atacada el viernes con un dron hutí que causó la muerte de una persona, será «una zona insegura».
Las fuerzas de los hutíes «confirman que responderán a esta flagrante agresión y que, con la ayuda de Dios Todopoderoso, no dudarán en atacar los objetivos vitales del enemigo israelí», dijo Sarea.
Confirmó que Israel ha lanzado «una brutal agresión contra la provincia de Al Hodeida, lanzando varios ataques contra la central eléctrica que suministra electricidad a la ciudad costera, y también ha atacado el puerto de Al Hodeida y depósitos de combustible, todos ellos objetivos civiles».
El ataque israelí se produjo al día siguiente de que un dron lanzado por los rebeldes explotara cerca de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv y causara la muerte de un civil israelí.
Este ataque hutí fue el último en una serie de acciones con misiles balísticos y aviones no tripulados asumidos por los rebeldes yemeníes contra Israel, aunque interceptados en su mayoría antes de llegar a su objetivo.
Sin embargo, el de ayer fue el ataque de mayor alcance realizado por los insurgentes desde que el pasado noviembre iniciaran su ofensiva contra Israel en apoyo a Palestina.
Al menos 80 heridos
Según la agencia de noticias yemení, Saba, controlada por los rebeldes proiraníes, al menos 80 heridos, algunos de ellos con quemaduras graves, es el cálculo provisional de víctimas del ataque israelí en Al Hodeida.
Este es el primer recuento del bombardeo israelí que ha provocado una gran explosión en el importante puerto de la ciudad costera, pese a que el Ministerio de Salud señaló anteriormente, según Saba, que había «mártires y heridos», sin dar más detalles.
Hasta el momento, los bomberos y miembros de la Defensa Civil siguen trabajando para extinguir el gran fuego provocado por la acción israelí.
El bombardeo israelí en el Yemen coincide con la escalada en la frontera entre el Estado judío y el Líbano, donde van incrementando los ataques cruzados entre ese país y el grupo libanés chií Hizbulá que forma, junto con los hutíes y otros grupos iraquíes, un eje proiraní contra Israel.
Hizbulá calificó de «imprudente» el ataque israelí contra Al Hodeida, y advirtió que «marca el comienzo de una nueva y peligrosa fase de confrontación de suma importancia en toda la región».
Por su parte, Egipto expresó «gran preocupación» por los bombardeos israelíes en territorio yemení, ya que «aumentan aún más la tensión en todos los frentes» en Oriente Medio, por lo que pidió «moderación y calma» a las partes para evitar que «la región caiga en el caos».
El Ministerio de Exteriores egipcio instó, en un comunicado, a que «todos los actores a nivel regional e internacional cumplan con sus responsabilidades para poner fin a la guerra israelí en Gaza», al considerar que «es el principal motivo de la escalada» en Oriente Medio.