“La lluvia es una bendición para todas las panaderías”, manifestó el presidente del Grupo de Industriales del sector, César Salado Gómez, tras indicar que la temporada favorece a los tahoneros, ya que la venta del pan aumenta de un 40 a 60%, puesto que la gente acude a las panaderías ante la caída de las primeras gotas de agua.
En este sentido dijo que se mueve la economía del sector de la panificación porque además de repartir la producción en la ciudad también se realiza en los municipios o comunidades aledañas a la capital, por lo que llega el período de bonanza después del de vacas flacas por el calor.
Adelantó que en estos momentos los insumos que se requieren para la elaboración del pan se encuentran en un precio estable, por lo que el costo de cada pieza no sufrirá algún ajuste, aunque también eso ya dependerá de cada panadería.
Además manifestó que el problema es cuando la lluvia se presenta entre las 7 u 8 de la noche porque la gente prefiere guardarse o llegar directo a su casa por el tráfico, congestionamientos o cierres de algunas avenidas.
“Las lluvias para nosotros son buenas, siempre y cuando sean por la tarde antes de las 7 de la noche”, tras señalar que si a esa hora comienza a llover copiosamente la gente deja de salir para realizar compras en la tienditas o en las panaderías.
Finalmente el presidente del Grupo de Industriales de la Panificación apuntó que cuando la lluvia cae temprano la venta de ese día aumenta de manera importante, por lo que esta temporada siempre será preferible a que cuando se presentan altas temperaturas como las de mayo o junio que también los impactó en su producción.