Pese a los avances de la medicina, el cáncer continúa siendo una de las enfermedades de mayor incidencia y muerte entre la población, pues cada año se diagnostican más de 195 mil casos nuevos entre las personas de todas las edades y de las cuales se estima que 46% fallecen por esa causa.
En la semana de conmemoración y concientización del sarcoma, que es uno de los muchos tipos de cáncer que se conocen, los médicos oncólogos destacan la importancia de que los casos se diagnostiquen oportunamente o en sus primeras etapas, a fin de que puedan ser tratados con mejores resultados para los pacientes.
En ese sentido y tras explicar que el sarcoma es un tipo de cáncer poco frecuente, caracterizado por un tumor maligno que se localiza en los huesos y en los tejidos blandos del organismo, los especialistas refieren que la Organización Mundial de la Salud reconoce más de 150 variedades de sarcoma.
Dentro de los distintos tipos de cáncer que se conocen, sólo el 1% son sarcomas y la mayoría se diagnostican en 1 a 10 personas por cada cien mil casos, lo que justifica su clasificación como tumores raros e infrecuentes.
Según los oncólogos, el diagnóstico del sarcoma suele involucrar varios pasos, empezando por el examen clínico, imágenes diagnósticas como radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, entre otras, así como una biopsia para obtener una muestra de tejido para análisis histopatológico que ayude a identificar el tipo de tumoración.
Asimismo se indicó que el tratamiento del sarcoma varía dependiendo del tipo, ubicación y estadio del tumor, e incluye cirugía para extirpar el tumor, radioterapia para destruir células cancerosas, quimioterapia para eliminar células malignas y terapias dirigidas que atacan características específicas de las células perniciosas.
Para tener mejores resultados en su tratamiento, es importante que el diagnóstico y seguimiento se realice con un especialista, preferentemente un oncólogo especializado en sarcomas, pues es crucial realizar un enfoque de tratamiento multidisciplinario que involucre a cirujanos oncólogos, oncólogos médicos y radio oncólogos.
De la misma manera, se le debe dar seguimiento puntual con revisiones periódicas para monitorear la respuesta al tratamiento y detectar posibles recidivas, siendo también importante el apoyo emocional y psicológico para el paciente y su familia, junto con la adopción de un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y en la que se evite el consumo de tabaco y alcohol.