La elección de jueces es un espacio bastante peligroso, porque el crimen organizado buscará injerir en las decisiones, por lo que no se puede dejar de pensar que pudiera ocurrir lo mismo que sucede en las elecciones para presidencias municipales, diputados locales o federales, aseveró el sociólogo investigador del CIDE, Édgar Guerra Blanco.
En este sentido señaló que la propuesta actual del Gobierno Federal para que los ministros sean electos a través del voto popular trae consigo complicaciones, pero también cierto que es necesario reformar al Poder Judicial, aunque no se puede abrir el espacio para la toma de decisiones a la política.
Hizo el llamado para voltear a ver que politizar la elección de magistrados y jueces federales para mejorar el Poder Judicial no necesariamente es la mejor solución para reformarlo.
Por otra parte indicó que ante la ola de violencia desatada a raíz de los blancos prioritarios, es decir presuntos líderes de organizaciones delictivas, dijo que el problema de dicha estrategia es que no se toma en cuenta que estos grupos funcionan bajo una lógica sistémica, lo que significa que aun sin la cabeza seguirán funcionando.
El investigador explicó que cuando existen detenciones de “cabecillas” se han detectado guerras internas de dichas agrupaciones para ocupar el puesto de mando o entre otros grupos por apropiarse de los mercados y rutas de trasiego aprovechando la coyuntura.
Ante dicho escenario las autoridades deben realizar un trabajo de inteligencia y precisión para las detenciones de los blancos, tratando de tener un respaldo logístico, “como siempre es un volado que puede generar efectos adversos”.
Insistió en que estos operativos son de alto riesgo que deben de tener toda la responsabilidad, ya que es preocupante que se den eventos de violencia posteriores a las detenciones de líderes, “definitivamente algo está fallando”.