Por falta de infraestructura tanto en México como en Estados Unidos y ante el crecimiento de las exportaciones de granos estadounidenses al mercado mexicano, los agroproductores se quejan de diversos incidentes con Ferromex que afectan el movimiento de productos agrícolas, especialmente los granos.
Hace dos semanas, el director de la agencia independiente federal encargada de la regulación del transporte ferroviario, Surface Transportation Board, Robert Primus, pidió a la compañía estadounidense a la BNSF Railway Company que trace un plan para mover los granos y productos agrícolas que se cosecharán en otoño.
«Estoy profundamente preocupado por los recientes incidentes en México, que involucraron a Ferromex, que han causado interrupciones significativas en su red…», las cuales se deben evitar en el futuro.
En una carta, del 23 de julio pasado, Primus dijo que al no estar en manos de la empresa ferroviaria BNSF las incidencias que registra Ferromex es necesario que trace un plan de contingencia con posibles alternativas a la línea mexicana de trenes en caso de que persistan las disrupciones de manera más frecuente.
Ante dicha situación, el 31 de julio pasado, cerca de 25 empresas de productores de granos pidieron a Primus, al secretario de agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, y a la representante comercial estadounidense, Katherine Tai, tomar acciones ante los problemas que registran por la falta de capacidad ferroviaria en México.
Las organizaciones dijeron que hay un incremento en la demanda del servicio de tren, pero evidentemente se registra una falta de infraestructura que provoca congestión, embargos y lentitud en el servicio que afecta a los agricultores estadounidenses al momento de mover sus productos a través de Ferromex.
La preocupación está en que México es el principal destino de las exportaciones agrícolas estadounidenses, con más de 30 mil millones de dólares de productos agrícolas, como se observó en el 2023.
Para el director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, «se requiere más inversión del lado estadounidense y mexicano de las empresas ferroviarias», para no interrumpir el comercio de productos que se trasladan por tren.
Ello, si se considera que «la menor producción de granos de México y la mayor demanda hace que las importaciones aumenten, ya que el 61% de lo que se adquiere de Estados Unidos es por ferrocarril».
Anaya aseguró que se requiere «planear la demanda para que los ferrocarriles de ambos países realicen las inversiones o en su caso manifiesten que no existe suficiente capacidad para atender el movimiento de mercancía».