El gobierno de Estados Unidos considera que las actas difundidas por la oposición venezolana, que dan por ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio a Edmundo González Urrutia, son válidas, a la vez que denuncia la represión emprendida por el gobierno de Nicolás Maduro.
Así lo señaló a EL UNIVERSAL una fuente del gobierno estadounidense, que consideró que las actas que ha mostrado la oposición, según las cuales González Urrutia ganó con 67% de los votos, «son confiables».
Esas actas, indicó, muestran que el candidato opositor ganó por al menos 37%, y detalles como el código QR, los nombres de los testigos, hacen «improbable» que pueda haber un fraude.
«Validamos estas actas como verídicas», señaló.
El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, declaró que hay «pruebas abrumadoras» de que González Urrutia ganó las elecciones en Venezuela. Sin embargo, el gobierno no ha reconocido al candidato opositor como presidente electo, como ratificó este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado.
La fuente que habló con este diario señaló que Estados Unidos ve con buenos ojos el diálogo que se ha intentado establecer por parte de los gobiernos de México, Brasil y Colombia, para solucionar la crisis poselectoral desatada en Venezuela.
«Nuestro gobierno está en coordinación estrecha con nuestros socios» sobre este tema, dijo. «Reconocemos, respetamos estos esfuerzos» que se están realizando por parte de la comunidad internacional para resolver la situación «a través del diálogo».
Al mismo tiempo, continuó, «denunciamos fuertemente, condenamos, la represión» emprendida por parte del gobierno venezolano a los actores de la oposición, a personas que actuaron como testigos en la jornada electoral, así como la «represión y persecución a los miembros de la prensa».
Estados Unidos, subrayó, «demanda transparencia inmediata», por lo que llamó al gobierno a presentar las actas que, según el Consejo Nacional Electoral, dan el triunfo a Maduro.
Washington, concluyó, continúa coordinándose con la comunidad internacional para que «la situación se aclare y se levanten las dudas sobre el resultado electoral».