Este fin de semana se dio a conocer que Zac Efron fue hospitalizado, tras un accidente en una alberca y, si bien, su representante aclaró que se había tratado de un percance menor, confirman que el actor ingirió tanta agua, tras golpearse el pecho con el fondo de la piscina, que tuvieron que cerciorarse que sus pulmones no se hubieran inundado de ella.
«TMZ» tuvo acceso a una fuente que confirma que el actor de 36 años fue trasladado a un centro médico en Ibiza, donde tuvieron lugar los hechos, como una medida preventiva.
Esto luego de que medianoche del sábado, Zac se zambullera en la alberca de la villa en que se hospedó. De hecho, aseguran que fueron dos personas del personal quienes se percataron que el actor se encontraba sumergido hasta el fondo, por lo que dieron paso a asistirlo y sacarlo fuera del agua.
Tras ser internado, Efron fue sometido a una radiografía en el pecho, pues los especialistas querían descartar que el actor hubiera ingerido la suficientemente agua para que esta se filtrara a sus pulmones.
Su representante dijo a «Daily mail» que se había tratado de un internamiento preventivo, pues en realidad fue un incidente menor, sin embargo, hay fuentes que aseguran haber atestiguado lo ocurrido, que afirman que Zac se veía «momentáneamente aturdido», lo que lo generó mostrar «signos de angustia».
Los resultados de la radiografía permitieron que el famoso fuera dado de alta al poco rato, sin embargo, él decidió permanecer el centro médico por un rato más, para evitar ser captado por los paparazzis se que lo esperaban en las inmediaciones del hospital.
Efron permaneció en Ibiza hasta el día siguiente, pues el domingo por la noche fue captado cenando en la isla española y, el lunes por la mañana, medios estadounidenses notificaron que ya estaba de vuelta en el país norteamericano.
Luego de un par de horas de volver a casa, el actor compartió una fotografía suya, mientras se ejercitaba arriba de una pelota y sostenía unas pesas: la instantánea estuvo acompañada de la frase «feliz y saludable, gracias por sus buenos deseos».
En 2013, Zac tuvo otro accidente, en el que se fracturó la mandíbula, luego de estrellarse con una pared al derrapar en el suelo por correr con los calcetines puestos.