Banco de México (Banxico) espera que la inflación general, volverá a retomar su proceso de descendente a partir del tercer trimestre del 2024 hasta llegar a la meta objetivo del 3% en el cuarto trimestre de 2025, según las nuevas expectativas que dio a conocer en el anuncio de política monetaria.
En sus pronósticos revisados está previendo que entre julio y septiembre del presente año, la inflación general será de 5.2%, un nivel mayor al 4.5% anticipado en junio pasado.
Para el cuarto trimestre la ajustó al alza de 4% a 4.4%, mientras que para los tres primeros meses del 2025 aumentó de 3.5% a 3.7%.
Reconoció que el indicador general de los precios al consumidor aumentó 5.57% en julio a tasa anual ante el notorio incremento del componente no subyacente, que es más volátil.
Sin embargo, ponderó que en la parte subyacente, que refleja de mejor manera la tendencia de la inflación, en julio sumó 18 meses consecutivos de reducciones al situarse en 4.05%.
Expuso que su incidencia en la inflación general anual pasó de un valor máximo para este episodio inflacionario de 6.32 puntos porcentuales en noviembre de 2022 a 3.07 puntos porcentuales en julio de 2024.
De ahí que redujo ligeramente sus pronósticos para la inflación subyacente para el tercer trimestre del presente año de 4.1% a 4%, y mantuvo sin cambio los considerados para los siguientes.
Tomando en cuenta lo anterior, la junta de gobierno del Banco Central optó por recortar la tasa de referencia en 25 puntos base en una decisión por mayoría de votos de tres contra dos, para llevar la tasa de referencia a 10.75%.
Se valoró que, si bien el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva, la evolución que ha presentado implica que es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario.
Banxico discutirá tasa de interés referencial por inflación
Hacia delante, Banxico prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa de referencia, con base a la perspectiva de que los choques globales continuarán desvaneciéndose y los efectos de la debilidad de la actividad económica.
Considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria.
Los riesgos que tiene en su balance al alza destacan: la persistencia de la inflación subyacente, una mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas y el escalamiento de conflictos geopolíticos.