Una de las favoritas a ganar esta edición del US Open es la tenista estadounidense Jessica Pegula, raqueta número 6 del mundo e hija de uno de los empresarios multimillonarios más famosos del mundo, que además es dueño de los Buffalo Bills de la NFL. Sin embargo, más allá de lo que uno podría pensar que es una vida llena de lujos, la jugadora de 30 años compartió que viaja al torneo en metro como cualquier persona.
«¿Por qué tomo el metro? No me gusta ir en auto y me gusta el tren. En Juniors tomaba el tren a los torneos, me gusta ir a los partidos de beisbol también» confesó la tenista de 30 años en un video que compartió en redes sociales.
En una especie de «vlog» donde muestra cómo sería un día con ella, Jessica se mostró de camino a una sesión de entrenamiento en Flushing Meadows, la sede del US Open en la parte norte de Queens, en la ciudad de Nueva York.
«Mi agente se burla de mí por no querer irme en un coche lindo al torneo. Una vez fuimos en auto y nos tardamos como una hora y media y quería vomitar. Estaba lista para saltar del auto y caminar. De regreso nos volvimos en metro» agregó.
Pegula comenzó su participación en este US Open con victorias contundentes sobre sus compatriotas Shelby Rogers y Sofia Kenin. Este sábado, jugará contra la española Jéssica Bouzas Maneiro en tercera ronda. En 2022 tuvo su mejor resultado en el último Grand Slam del año al llegar a cuartos de final. Esta vez, sueña con jugar la final.
¿Quién es Terrence Pegula, el dueño de los Buffalo Bills?
Jessica es hija de Terrence Pegula, un empresario originario de Carbondale, Pennsylvania y cuya fortuna se estima que ronda los 7 billones de dólares, la cual consturyó a través de negocios con el petróleo y el gas, hasta convertirse en dueño de equipos deportivos como los Buffalo Bills de la NFL y los Buffalo Sabres de la NHL.
En 2010, vendió la mayoría de sus activos en East Resources, su empresa de gas y petróleo, a Royal Dutch Sell por 4 mil 700 millones de dólares. Así, el año siguiente gastó 189 millones de dólares en los Sabres. En 2014, venció al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y al cantante Bon Jovi, en la lucha por comprar a los Bills, los cuales compró por mil 400 millones de dólares.