Tras unas 12 horas de fuertes discusiones, intenso debate, la irrupción de manifestantes, que provocó un retraso y cambio de sede, y el intento de la oposición de tomar la tribuna, el Senado mexicano aprobó en lo general la cuestionada reforma al Poder Judicial.
El dictamen, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución mexicana en materia de reforma del Poder Judicial, fue aprobado con 86 votos a favor del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, los Partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), y 41 en contra de los partidos de oposición Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).