Beirut, 23 sep (EFE).- Miles de personas huyeron este lunes del sur del Líbano hacia Beirut y otras áreas del país alejadas de las zonas en las que los intensos bombardeos israelíes, que se han sucedido durante toda la jornada, han dejado más de 350 muertos y unos 1.200 heridos.
Uno de los colegios habilitados como albergues para los desplazados a las afueras de la capital está completamente a oscuras la noche del lunes y aún carece de colchones, agua o los servicios más básicos para atender a las familias que van llegando a los pocos, según pudo constatar EFE.
Frente a una mesa para registrar a los recién llegados, un coordinador explica a una de las familias que no hay «nada» en el albergue y les pide que se suban a un vehículo para trasladarlos a otra zona de acogida.
Sobre la mesa, el papel en el que una mujer va tomando nota de las llegadas contiene los nombres de al menos una veintena de desplazados, mientras algunos otros descienden de sus vehículos cargados con enseres domésticos, colchones y hasta bombonas de gas para cocinar.
Esta mañana, el Ministerio de Interior del Líbano ya había confirmado un «desplazamiento masivo desde las regiones del sur», al tiempo que anunció la apertura de una serie de nuevos colegios preestablecidos como albergues por si se producía esta eventualidad.
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), miles de vehículos permanecen atrapados en un atasco desde hace más de cinco horas en la carretera que une Zahrani con Saida, en la principal arteria costera que atraviesa el país de sur a norte.
Todavía se desconoce cuántas personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de los ataques a gran escala de este lunes, aunque el ministro de Salud Pública, Firas Abiad, ya adelantó en rueda de prensa que se trata de «miles» de familias.
De los más de 113.000 desplazados internos que la ONU había contabilizado hasta ahora en casi un año de violencia en el Líbano, la gran mayoría estaban siendo acogidos por familiares o se habían asentado en residencias y viviendas de alquiler.