CIUDAD DE MÉXICO, octubre 3 (EL UNIVERSAL).- A medida que avanzan las investigaciones contra el rapero Sean John Combs, conocido como «Diddy», quien enfrenta acusaciones de tráfico sexual, trata de personas y crimen organizado, se está generando una ola de miedo en la industria musical estadounidense. Diversas personalidades, incluidas celebridades y mánagers de alto perfil, se encuentran en un estado de tensión constante ante la posibilidad de verse implicados en el caso.
Se presume que hasta los ejecutivos más importantes están entrando en pánico, ya que un abogado advirtió que cómplices de «Diddy» serán nombrados en la próxima ola de demandas, prometiendo sorprender con los anuncios. «Quienes hayan permitido y/o alentado conscientemente el comportamiento mientras permanecieron en silencio deberían estar preocupados», afirmó el licenciado en derecho Bryan Freedman.
El especialista externó que representa a diversas personas que están inquietas por ser relacionadas injustificadamente con Combs, ya sea por simples rumores infundados o porque tienen vínculos mínimos, como asociaciones profesionales o sociales.
Recordemos que uno de los focos de la indagación son las fiestas que «Diddy» celebraba en los años 2000, conocidas como «freak offs». Estas fiestas, que se llevaban a cabo en hoteles y duraban varios días, estaban llenas de drogas y excesos. Se dice que las participantes eran supuestamente forzadas a realizar actos sexuales, que en ocasiones se filmaban y eran utilizados para el placer de Combs. También existían las fiestas blancas, celebradas en lugares como los Hamptons y centros vacacionales para ricos, donde asistían numerosas celebridades.
La acusación penal presentada en el tribunal federal de Manhattan ha llevado a una revisión de las personas que trabajaron y asistieron a estas celebraciones. El equipo legal del famoso ha negado en reiteradas ocasiones que su cliente haya cometido algún delito.
Por su parte, el portal informativo señala que Sir Lucian Grainge, CEO de Universal Music Group (UMG), calificó de falsas las afirmaciones de que presuntamente ayudaron y facilitaron a Combs para que se llevaran a cabo conductas inapropiadas en los eventos.
Hace un mes, el exejecutivo discográfico, actualmente en prisión, Suge Knight, afirmó que «Tubby» Holiday, miembro del personal del rapero, conseguía a niñas para que Combs abusara de ellas. «El trabajo de este tipo era traer chicas menores de edad y chicas que querían tener sexo para los empleados y otros artistas», dijo Knight a un medio.
«Todo el mundo conoce a alguien que estuvo en una fiesta con Diddy. Debe haber 5,000 personas que podrían haber visto algo remotamente malo y que temen haber tenido que informar», comentó Bryan Freedman.
Se está instando a las celebridades mencionadas en especulaciones a que busquen representación legal, en lugar de preocuparse por la posibilidad de que sus nombres aparezcan en las demandas.
Cabe destacar que a estas fiestas asistían personalidades como Beyoncé, su esposo Jay-Z, Jennifer Lopez, LeBron James, Leonardo DiCaprio, la familia Kardashian, Travis Scott, Scott Disick, Tyga y Ashton Kutcher, entre otros. Incluso se filtró una lista de sus invitados.