El aguinaldo doble y la jornada de 40 horas sería matar a la gallina de los huevos de oro, consideró el delegado de la CROM, Abel Hernández, quien destacó que hay empresas medianas y pequeñas que no podrían enfrentar estas disposiciones legales que en caso de aprobarse, las pondrían en difícil situación, por lo que en algunos casos sería difícil aplicarlos.
TRABAJADORES LO PIDEN PERO NO ES FACTIBLE
“Para los trabajadores sería lo ideal, pero aquí pasa lo siguiente: también nosotros los trabajadores deberíamos de entender que no podemos matar a la gallina de los huevos de oro; por ejemplo, las grandes empresas yo creo que sí tienen la capacidad para soportar la jornada laboral de 40 horas, pero las pequeñas, las pymes, yo creo que se les afectaría bastante, entonces, yo creo que aquí debería de ser una reducción de la jornada paulatinamente y dependiendo de la empresa”.
Descartó que sean todas las industrias las que entren a la jornada laboral de 40 horas, porque entonces sí se pondría en conflicto a las empresas pequeñas porque tendrían que contratar más gente para poder producir para crecer y eso les afectaría en sus ingresos, sin embargo las empresas grandes tienen un ritmo de producción pesado, en donde trabajan prácticamente los trabajadores al ritmo de la maquinaria.
REVISAR A CONCIENCIA LOS PRO Y LOS CONTRA
Otra preocupación para los obreros es el asunto de la inteligencia artificial, donde quieren mecanizar ya todo, “y dónde quedaría la clase trabajadora”, pero en este momento se debe revisar a conciencia los pro y contras de la propuesta de jornada de 40 horas y aguinaldo doble.
Referente al aguinaldo doble, dijo que para algunos empleados en Unipress, el aguinaldo depende de cada uno de los sindicatos, “pero al menos con nosotros sí tenemos un aguinaldo al doble. Aquí el tema es cómo se va a hacer si se llegara a reformar la ley, para que fuera el doble”.
Dijo que “el salario ya alcanzó los tabuladores más bajos y entonces, obviamente los trabajadores están peleando que se aumente más el salario, porque están percibiendo el mínimo y también tienen razón, pero todo esto es cuestión de ver a las empresas, que se les vaya aplicar, porque las pymes también tienen su panorama muy complicado, porque están haciendo un esfuerzo para salir adelante porque no tienen las mismas canonjías y privilegios de los que gozan las empresas grandes”.
Añadió que a las empresas automotrices cuando llegan a un Estado, prácticamente les regalan todo con la intención de que generen fuentes de trabajo, en cambio, a las pequeñas no se les da nada, a ellas les cuesta todo, y son las que se considera que saldrían más afectadas, porque están en desventaja.