Al celebrarse hoy el Día de Todos los santos y mañana 2 de noviembre el Día de los Difuntos, Monseñor Juan Espinoza Jiménez exhortó a la comunidad a no rendir culto a la muerte, respetar el significado que tienen estas fechas importantes y no caer en excesos que terminan en desorden y hasta en tragedia.
NO DEBEN CONFUNDIR SUFE
Señaló que la Iglesia celebra estos días la santidad, la verdadera vida y la vida plena de los seres queridos que vivieron su fe lo mejor que pudieron y que ahora gozan ya de la gloria de Dios, por lo que dijo que no se debe confundir esto con los festejos que nada tienen que ver con la celebración que se aprovecha para incurrir en excesos de todo tipo.
Es importante que se conserven las tradiciones de estas fechas especiales en los que se debe recordar a quienes ya gozan de la vida eterna, por lo que es importante que a las nuevas generaciones se les inculque por los padres de familia estos valores y celebraciones que nos dan identidad.
EVITAR EL CULTO A LA MUERTE
En su mensaje con motivo estos festejos religiosos, el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes dijo que si bien es cierto que es bonito que en estas fechas se reúna la comunidad y que en las familias se preserven las tradiciones, sin embargo no se le debe rendiur culto a la muerte.
“Estos días están salpicados de muchas festividades que son actuales y en las que se nos proporcionan muchos distractores. Es bonito porque se reúne la comunidad, pero ojalá que nosotros no rindamos culto a la muerte”, insistió el jerarca católico.
NO DISTORSIONAR EL SIGNIFICADO DE ESTAS FECHAS
El Obispo Juan Espinoza señaló que lamentablemente estos son días en los que se hacen sacrificios, pero no hacia Dios sino hacia al enemigo y donde se promueve una cultura de muerte.
Ante ello, pidió estar muy atentos a las celebraciones y participar sobre todo en aquellos que edifica como personas y como cristianos, al tiempo que invitó a los padres de familia y a las familias en general para que le transmitan esos valores a los hijos, porque “a veces participan en fiestas que terminan en un desorden o que terminan también a veces hasta en la muerte de un ser querido”.
Precisó que estos son días en los que la Iglesia celebra la santidad, la vida verdadera y la vida plena de quienes pasaron a mejor vida después de que vivieron su fe lo mejor que pudieron, por lo que ahora gozan ya de la gloria de Dios.
Por último, subrayó que el primero de noviembre se celebra la fiesta de todos los santos y el día 2 de noviembre la fiesta de los difuntos; “recordamos y celebramos a nuestros hermanos que fallecieron y que seguramente van en camino, pues tienen que vivir su purgatorio, pero con la esperanza de llegar a la vida plena también”, concluyó.