Por Erick Cortés.- Este fin de semana ha dado inicio el período que en el mundo del comercio se conoce como la “temporada alta”. Los centros comerciales de todo el país se convierten en escenarios bulliciosos, llenos de multitudes atraídas por las ofertas del “Buen Fin” y el “Black Friday”.
Miles de trabajadores que ya han recibido la primera parte de su aguinaldo aprovechan esta fecha para realizar las compras navideñas, irse de vacaciones, o simplemente estrenar lo que no pueden permitirse comprar en otras épocas del año.
Pero este año, miles de docentes guanajuatenses verán pasar el “Buen Fin” sin beneficiarse de él, pues, en lugar de recibir un ingreso extra, han visto reducidos sus ingresos sin una clara razón.
Toma de la caseta Silao – Guanajuato
Aproximadamente un centenar de maestros de la Sección 45 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tomaron la caseta de cobro de la autopista Silao-Guanajuato el pasado 1 de diciembre en protesta por retenciones excesivas e inexplicables en sus salarios derivadas de supuestos cobros por el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
De acuerdo con el sindicato, al menos seis mil maestros han sido afectados por las retenciones que comenzaron a realizarse en agosto y que han causado descuentos en sus ingresos, que en la última quincena fueron más significativos, razón por la cual decidieron tomar la caseta, permitiendo el paso libre de automovilistas, pero impidiendo el cobro del peaje.
Descuentos en nómina desde el 2021
A través de una página de Facebook llamada “Movimiento de Lucha Magisterial”, los docentes han contradicho al sindicato, señalando que los descuentos comenzaron a realizarse en el año 2021, cuando la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) comenzó a realizar cobros a través de las nóminas, bajo el concepto de “saldo en contra”, el cual, según las autoridades educativas, sería cargado durante ocho quincenas.
Sin embargo, los docentes señalan que el último descuento fue de dos mil pesos en su salario base y otros dos mil adicionales sobre un bono, por lo cual han convocando a una movilización para el lunes 4 de noviembre con el fin de exigir una explicación clara de las autoridades sobre el origen de los adeudos y el porqué de las retenciones.
“Yo hice mi declaración y pagué, pero ahora resulta que tengo saldo en contra. Espero que nos expliquen todo esto, porque tocar el aguinaldo y otras prestaciones es un delito. Es aquello que por derecho nos corresponde”, reclama Iliana Contreras, docente de dicha sección. “Se nos está cobrando un ISR del año pasado y el de este año por adelantado, pero muchos maestros ya hicieron su declaración, pagaron directamente al SAT y aún así la SEG nos lo sigue descontando”, explica otra docente llamada Guadalupe.
Los índices señalan a Rigoberto Macías
Por su parte, el secretario general de la Sección 45 del SNTE, Rigoberto Macías, se ha visto envuelto en la controversia tras ser señalado por firmar un presunto acuerdo con la SEG, en el que habría autorizado los descuentos en nómina, pero Macías ha desmentido las acusaciones y ha alegado que, si existen pruebas de dicho acuerdo, sean presentadas ante las autoridades.
Mientras tanto, ni la SEG ni el SNTE han dado una respuesta clara sobre la situación, lo que sólo ha incrementado el descontento entre los trabajadores de la educación. “Deben explicar qué está pasando con estos descuentos inexplicables. De una quincena a otra a mí se me incrementaron y quiero saber cuál es la razón”; reclama la profesora Ana Emilia Pérez.
“Sólo se nos informó que iban a cobrarnos un ISR en un bono y en el aguinaldo, pero no nos quieren decir por qué debemos, ya que muchas maestras y maestros pagamos año tras año directamente al SAT. Pero el SAT nos ha dicho que nos arreglemos con nuestro patrón, porque ahí no debemos nada. Así que apuntamos directo a la SEG y Rigo”, comenta otra docente que ha pedido discreción con su nombre.
Esa misma exigencia es la que mantienen cientos de maestros en Guanajuato, quienes aseguran estar al tanto de sus obligaciones fiscales, pero que no están dispuestos aceptar una repentina y significativa reducción de sus ingresos sin una explicación clara.