Los cambios realizados en la reforma judicial reflejan la crisis del Poder Legislativo y Ejecutivo, pero unos años después pondrán en crisis al Poder Judicial por la presencia de gente que no reúna los perfiles para ocupar los cargos, pero la crisis en la que se debaten estos poderes nos va acercando a que dentro de poco se haga un nuevo Constituyente, de tal manera que estamos a tres años de que México tenga una nueva Constitución, manifestó Salvador Farías Higareda.
Lo anterior derivaría que México tendrá un movimiento social que podría prolongarse alrededor de 30 años, no los 50 que manejaba Gerardo Noroña, anotó el presidente de la Federación Mexicana de Colegios de Abogados, A.C.
Tocante a la modificación constitucional, dijo que si los abogados lo ven con ojos perversos, esta situación va a dar mucho trabajo a todos los abogados del país, pero no se trata sólo de ganar dinero.
Dijo que la Supremacía apunta a que no se pueda mover ya ninguna reforma, “que ya no se pueda modificar lo que se haya aprobado y dice que ya no se puede mover por nadie, la única alternativa es una nueva Constitución, entonces seguramente lo que están preparando es que dentro de tres años haya un Constituyente, como el de 1917, para que vuelva a existir una nueva Constitución en México, eso lo tienen muy bien planeado, no es circunstancial”.
México tiene de 1810 el inicio de la Independencia y nos la dieron en 1821, el punto es que de ese año al 2024 son apenas 200 años, es decir, dos viejecitos sentados en una banca, platicaron qué vivieron. Uno vivió con el cura Hidalgo y Benito Juárez hasta Porfirio Díaz y el otro dice, ah, pues viví desde Porfirio Díaz, Lázaro Cárdenas y lo que está ahora, son 200 años en forma histórica esto no pinta, así como la Reforma y la guerra y todo eso. La verdad es que este movimiento social, estemos de acuerdo o no, seguramente va a durar unos 30 años más.
Recordó que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha tenido más de 200 reformas desde su promulgación en 1917. Estas reformas han abarcado diversas áreas, como derechos humanos, justicia, educación y fiscalidad, entre otras. La última reforma significativa fue en 2021 y la actual.
Expresó que el gran problema en estos momentos es que todos los colegios de abogados del país están como observadores de la crisis originada por la reforma al Poder Judicial, pero no han actuado, lo que finalmente deriva en que se siga fortaleciendo la influencia de los poderes Ejecutivos Federal y estatales en la labor de los diputados y en los cambios que se generan por las presiones del poder en la Constitución, lo que finalmente derivaría en que se planteara una nueva Constitución, no por instancias del pueblo o la necesidad del mismo, si no por los caprichos de quienes están en el poder.
En cuanto a la llamada “Supremacía Constitucional”, consideró que es inadecuada jurídicamente, pero cumple con los requisitos del que está en el poder, pero con ella precisamente habrá legisladores que aprueben una nueva Constitución.
LA CRISIS DEL PODER JUDICIAL VENDRÁ DESPUÉS
En este momento, el Poder Judicial no está en crisis, “la crisis vendrá dentro de tres años, porque los jueces que van a estar entonces, son personas desconocedoras del derecho y lo que va a suceder es que los empresarios van a empezar a perder muchos juicios, su dinero, su patrimonio, las persona van a ver que salen de la cárcel más con el apoyo económico que con la ley en la mano y eso va a ser algo sumamente doloroso para todos los efectos, de ahí que va a venir en ese momento la crisis real del Poder Judicial, no ahorita, porque es cambio, pero la crisis viene posteriormente”.
Por desgracia no hay remedio ni contención para esta situación, porque hasta el momento no ha actuado el Ejército Mexicano, pero ante una revuelta, el Gobierno de la República tiene la posibilidad de usar la fuerza bruta que es el Ejército Mexicano “y hasta este momento han estado peleando 400 personas que son los diputados y los senadores de los 120 millones que somos, pero lo que preocuparía es que para que algo sucediera, entonces, la Presidenta puede hacer uso del Ejército y la Marina y la Guardia Nacional. Ese sí sería el caos muy grande y recordemos que el ministro Carrancá está por resolver, pero la mandataria dijo que lo resuelva como lo resuelva ella no le hará caso y si alguien intentara o los jueces dijeran: ‘Ejército, Policía Judicial, hazte cargo de esto’ y no le hacen caso, entonces hay un problema sumamente serio.
El problema es que somos observadores en un estadio de futbol, estamos viendo que en lugar de jugar se están agarrando a patadas, pero nosotros somos observadores y estamos pagando el precio del espectáculo y lo vamos a pagar muy caro”.
En cuanto a la conveniencia para la gente de que haya o no una nueva Carta Magna, dijo que el tema de la gente es muy amplio, porque la gente que adora a la 4T, para ella es conveniente, pero si habláramos de las personas distintas a la 4T, no es conveniente. Es muy difícil cuando un país está polarizado, porque lo es bueno para unos, para el otro no lo es. De alguna manera lo que va a ir sucediendo es que se van a ir de una militancia hacia otra militancia y hasta que vuelva a existir un partido hegemónico como lo fue el PRI hace muchos años, dijo.
Los Congresos estatales van a tener que modificar las leyes locales con arreglo a la Constitución, entonces lo que viene para los legisladores locales de todo el país es una gran trabajo para poder empatar las leyes locales con las disposiciones constitucionales novedosas “y eso va a ser un problema muy serio porque ninguna Constitución local deberá de estar en contra de la Constitución Federal, entonces el trabajo de los legisladores locales va a ser bastante fuerte.
Por otra parte, las universidades tienen qué adecuar sus planes académicos porque ya la Constitución con la que se inició no es la actual y las leyes tienen una nueva formación y mentalidad para los abogados y esto también va a trastocar el conocimiento jurídico de la República.
COLEGIOS DE ABOGADOS NO HAN SUMADO CON EL PODER JUDICIAL
Otra de las aristas del tema de la Supremacía y el plan de llevar al país hacia una nueva Constitución deriva del tema de las reformas al Poder judicial y su inamovilidad y en ese sentido los abogados colegiados del país han sido solamente espectadores en esta gran reforma, “y están de espectadores porque hay que recordar que muchos de los abogados postulantes perdieron muchos juicios con muchos jueces. Entonces, sigamos que el resquicio de dolor en el corazón de los abogados y por eso los jueces no pueden pedir a los abogados que los apoyen porque de alguna manera los abogados perdieron algunos asuntos con ellos, entonces, la pregunta sería ¿por qué te voy a apoyar si en la forma como resuelves, no estaba yo de acuerdo. Por eso están alejados unos de otros”.
Tocante a la modificación constitucional, dijo que si los abogados lo ven con ojos perversos, esta situación va a dar mucho trabajo a todos los abogados del país, pero no se trata de ganar dinero.