En estos momentos hay un ataque directo contra los valores, dado que los narcocorridos hacen alarde de la violencia, el orgullo sobre portar un arma y quitar la vida a una persona, “incitan a todo eso, a la mentalidad de los niños, de los más jovencitos y esta idea tiene mayor aceptación en los jóvenes, en la población en general, pero más en la niñez y en la juventud”, manifestó el vicepresidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Juan José Navarro.
Añadió que hay una influencia generalizada, donde prácticamente la sociedad está normalizando todo eso e incluso las personas adultas llegan a escuchar esta música abiertamente, sin restricción alguna, de tal forma que los padres de familia deben de tener mucho cuidado en lo que escuchan sus hijos.
“Hay que cuidar mucho de nuestros hijos, no hay que soltarlos ni que influencia externa los forme y los eduque. Tenemos una responsabilidad como padres y de nosotros depende la vida de nuestros hijos y como tal tenemos que verlos como de alto valor; la vida de cada hijo es muy importante y tenemos que cuidarlos de la influencia externa”.
Al respecto de que si los directivos de la Asociación de Padres de Familia están o no de acuerdo en la prohibición de los corridos tumbados y de que los niños y jóvenes deben o no escuchar ese tipo de música que está siendo satanizada, dijo que cada quien tiene la libertad de escuchar o no porque hay libertad de elección y de expresión, sin embargo, no se puede permitir que niños y jóvenes se formen con antivalores.
Dijo que no es correcta una prohibición como tal de esta música, porque la prohibición es coartar la libertad de una persona y atentar contra su conciencia y que se debe respetar la libre expresión y lo que elige cada persona, pero si se decide decir o escuchar algo, debe ser en base a una conciencia avivada, activa, donde la persona entra en un razonamiento, analice los pro y los contra, lo que es bueno y lo que es malo, lo que le construye, edifica y al mismo tiempo lo que le destruye.
Por otro lado, que la escuela también cumpla el propósito de educar y formar a un ciudadano y ella tiene la facultad de excluir este tipo de música o cualquier tipo de información que no cumpla con el propósito de formar a un buen ciudadano.
PADRES DEBEN TENER MUCHO CUIDADO EN LO QUE ESCUCHAN LOS NIÑOS
Los padres de familia tienen que tener mucho cuidado en cuanto al contenido que consumen sus hijos, uno, es la música y la música entra sin pedir permiso, donde hay música, automáticamente le damos aceptación y esos mensajes vienen disfrazados de música, van revestidos de música “y recordemos que la música le gusta a nuestra sociedad, pero un mensaje con una letra distorsionada, si no fuera acompañada por la música todavía le tendríamos cierto distanciamiento, pero como va con música, son bien aceptados por la sociedad y los mayormente afectados son los niños, los jovencitos y los de más temprana edad”, destacó.
Agregó que en el tema del cuidado que deben tener los padres de que sus hijos no escuchen narcocorridos, éstos deben de tener mucho cuidado sobre qué contenidos consumen los menores, ya sea en internet, en la radio o en cualquier otra fuente en donde se reproduzca la música.
“Sin embargo, para poder contrarrestar esa música, tenemos que fortalecer nuestros valores internos, tanto en la familia como en la práctica, porque muchas de las veces se conoce la teoría de que los valores van a ayudar a resolver o tener una buena comunión entre todos, pero la práctica dista mucho de la teoría”.
Muy importante es que uno de las formas de contrarrestar esa corriente de antivalores es que “nosotros nos esforcemos por poner en práctica los valores y no solamente se quede en conocimiento teórico”.
En cuanto a que no se permita que se escuchen estas canciones en la escuela, destacó que el ámbito escolar ya es más reducido, “si lo vemos en la población en general, eso ya es muy extenso, pero cuando ya nos enfocamos al ámbito escolar, ya se reduce el espacio”.
APEGARSE A LA NORMA EDUCATIVA
Ahora, dentro de la norma, tenemos que apegarnos a la norma educativa y ésta promueve una educación con valores, por lo tanto, si alguna música no está acorde a la construcción de un niño, que prácticamente será un ciudadano que construya la misma sociedad, entonces la escuela tiene la facultad de desechar cierto tipo de contenidos que no van acordes a su metodología y a la enseñanza, comentó.
“En el ámbito escolar ya es más controlado ese tipo de situaciones que se viven y es lo que se tiene que hacer el docente, directivo y autoridad escolar, sentarse y analizar qué tipo de música debe de ser aceptado e incluido dentro de la escuela y qué tipo de música prácticamente hay que sacarla, porque no cumple un propósito ni tampoco canaliza una educación donde construya al individuo para que sea portador y constructor de la misma sociedad”, finalizó.