El trabajo es un lugar violento, en especial para las mujeres, donde las violencias son aplastantes e incluso feminicidas, “tienen miedo de ser asesinadas en sus espacios laborales”, sobre todo dentro de las instituciones de gobierno, manifestaron desde el Observatorio de Violencia Social y de Género.
Mariana Ávila Montejano, fundadora y presidenta del Observatorio, señaló que la violencia en el sector público debido los patrones o jefes ostentan redes de poder en la política, por lo cual las mujeres tienen más miedo.
En este sentido explicaron que existen violencias muy concretas como la psicológica, física, sexual y de pareja, sin embargo dijeron que a nivel general las personas trans, no binarias o las lesbianas masculinas son las que sufren mayores agresiones, “los varones sufren violencias, pero son quienes tienen más derechos”.
Grecia Valenzuela, representante del Colectivo Raíces, destacó que es en el sector público de nivel federal, estatal y municipal, son las más violentas y las personas se encuentran bajo condiciones bastante complejas, debido a que existen muchos puestos de confianza y condiciones contextuales que les llevan a tener incertidumbre, además de que tengan que realizar un extra trabajo para sentir que no van a perder su empleo.
Asimismo la activista informó que los puestos que más ejercen violencia son los compañeros y compañeras de trabajo, patrones, jefes y supervisores, y el sexo no es determinante porque se ejerce el poder, mismo que no tiene género.
El Colectivo Raíces dio a conocer que se realizó un Protocolo de Incidencia para la prevención y atención de las Violencias Laborales contras las Mujeres Trabajadoras del Mercado Formal en Aguascalientes, mismo que se dará a conocer a través de campañas con las trabajadoras de todos los sectores laborales para que tengan acceso al mismo.
“No se han construido políticas públicas para la construcción o el acceso a una vida libre de violencia o para la seguridad de las mujeres”, manifestó Mariana Ávila, presidenta y fundadora del Observatorio de Violencia y de Género.
En este sentido señaló que la violencia laboral es de las más invisibilizadas porque no existen mecanismos de defensa, ya que solamente se reconoce el asedio laboral, y el acoso sexual dentro del espacio laboral no se encuentra contemplado dentro del Código Penal, lo que implica que al iniciar un proceso contra lo jefes sin contar con un sindicato imposibilita que las mujeres puedan realizar una denuncia.