Ya arrancó la cuesta de enero, pero desde hace 4 o 5 años las casas de empeño o el Nacional Monte de Piedad ya dejaron de ser una opción para que la gente pueda hacer frente a los gastos que se vienen con el inicio de año.
Dueños de los diferentes establecimientos de empeño ubicados en la calle Morelos de la Zona Centro destacaron que la gente ya no acude como lo hacían antes de la pandemia, debido a que ya existe demasiada competencia y un aproximado de 300 negocios de este giro dentro de la ciudad y en algunos municipios.
Señalaron que se desconoce el motivo por el cual la gente ha dejado de acudir a empeñar sus artículos de valor, “quizá ya aprendieron a ahorrar o ya no existe la cuesta de enero”, dijo uno de ellos, aunque indicó que por lo general los pignorantes siempre empiezan a hacerlo a partir de la segunda quincena de enero.
Dieron a conocer que los principales artículos que son los más empeñados son joyería, aparatos electrodomésticos o bien los vehículos, que ahora se ha convertido en una buena opción.
Lo cierto es que mientras más ha ido creciendo la ciudad, también han abierto sus puertas más casas de empeño y la mayoría de ellas se han estado ubicando en áreas donde por lo general la gente suele tener más necesidades económicas y a las del Centro llegan las personas que viven en municipios como Tepezalá, Cosío, San José de Gracia, El Llano o Asientos, en donde no existen este tipo de establecimientos.
Asimismo algunas plataformas por internet ofrecen préstamos con mayor accesibilidad y flexibilidad, incluso a pesar de que las personas se encuentren en buró de crédito, por lo que el pastel se encuentra más repartido y ya no es usual como lo era antes ver las filas de personas afuera del Nacional Monte de Piedad o en las casas de empeño aledañas con el inicio de la cuesta de enero o al término de la Feria de San Marcos.