Al menos la mitad de las personas de todas las edades padecen trastornos del sueño, problema de salud que lleva a que aparezcan de manera prematura padecimientos crónicos delicados como las afecciones cardíacas, obesidad, diabetes, ansiedad y depresión, revelaron médicos especialistas en ocasión del Día Mundial del Sueño que se conmemora el 15 de marzo.
Es importante que las personas tomen en cuenta que el descanso y de manera particular el sueño es muy importante para tener una vida saludable y con las energías suficientes para realizar las actividades cotidianas, por lo que es recomendable dormir al menos ocho horas al día.
Somnólogos del Hospital Hidalgo indicaron que para evitar alteraciones y enfermedades derivadas de la falta de descanso habitual es importante promover hábitos saludables relacionados con el sueño y su impacto en la salud general, toda vez que la calidad de sueño influye en el bienestar físico y mental de las personas.
EL SUEÑO ES ESENCIAL
El sueño es un proceso vital para la salud física y mental. La mala calidad o falta de éste puede contribuir al riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes e hipertensión, así como alteraciones cardíacas, además de problemas de salud mental como ansiedad y depresión; deterioro de la función cognitiva y de la memoria; reducción de la productividad y aumento de errores en el trabajo.
Según datos de la Secretaría de Salud, hasta 80% de los problemas para dormir se resuelve con la buena higiene del sueño. Las horas que recomienda son entre 7 y 9 horas a partir de los 18 años; y entre 9 y 11 horas cuando se trata de niñas y niños en edad escolar y adolescentes de secundaria.
Los especialistas refieren que los principales trastornos que causan problemas para dormir son el insomnio; la apnea del sueño, afección en la cual la respiración se detiene durante la noche y el síndrome de las piernas inquietas.
CONSEJOS PARA MEJORAR LA HIGIENE DEL SUEÑO
Para mejorar la higiene del sueño, los somnólogos recomiendan antes que nada definir y mantener un horario regular: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, así como crear un ambiente propicio, asegurándose de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura adecuada.
Limitar el uso de pantallas: evitar dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir.
Practicar técnicas de relajación: considerar la meditación, la lectura o ejercicios de respiración para ayudar a calmar la mente antes de dormir.
De igual manera, es muy importante cuidar la alimentación: evitar comidas pesadas, cafeína y alcohol en las horas previas al sueño, tomando en cuenta que la higiene del sueño es una medida complementaria para mejorar la calidad del descanso.
Por último, se destacó que la calidad y cantidad de sueño impacta significativamente en el bienestar emocional y cognitivo de las personas, toda vez que el sueño es un pilar fundamental para la salud mental y física.