Se nos viene el proceso electoral más importante en la historia de México. En Aguascalientes vamos a elegir a nuestros presidentes municipales, a nuestros regidores, a nuestros diputados locales y a nuestros diputados federales.
Será, además, la antesala de otra elección muy importante para el estado, la de gobernador o gobernadora.
Lo he dicho mil veces y lo repito. Creo que nuestros gobernantes no son nuestros empleados, son nuestros líderes, para eso los elegimos, para que sean los capitanes del barco, los pilotos del avión.
Y es precisamente por eso, porque estamos eligiendo a líderes cuyas decisiones van a impactar en nuestras vidas, porque les estamos dando un enorme poder, que nosotros como electores tenemos que ser escrupulosos, exageradamente escrupulosos con los candidatos que vayan a pedir nuestro voto.
Creo que los mexicanos hemos sido muy pasivos a la hora de elegir a nuestros gobernantes y representantes. Basta con que esté guapa o guapo, con que nos dé un apoyito, nos haga una promesa, aunque sea pequeñita, con que nos diga algunas cosas bonitas y nos dejamos embaucar. Y pues ahí están las consecuencias.
Por eso creo que va a ser muy importante que ahora que comienzan a salir nombres de posibles prospectos, pero sobre todo una vez que haya precandidatos y luego candidatos, seamos muy exigentes y les hagamos las siguientes preguntas: ¿Para qué quieren el poder?, ¿de dónde vienen?, ¿con quién están vinculados?, ¿cuáles son sus credenciales?, ¿cuál es su conexión con el distrito o con el municipio que pretenden representar o gobernar?, ¿cuáles son sus intenciones?, ¿les gusta el dinero?, y si les gusta, ¿por qué mejor no se van al sector privado?
En lo único que yo no estaría de acuerdo en escudriñar, es en su vida privada, pero de ahí en más tendríamos todo el derecho de saber quiénes quieren ser nuestros líderes, cuáles son sus credenciales, sus intenciones y sus motivaciones.
Para eso habrá que organizar debates, muchos debates, pero también habrá que exigir la presencia de los aspirantes en foros, en comidas, en desayunos, en cafecitos, y se les tendrá que cuestionar de todo. Tenemos que ser implacables con ellos.
Todo mundo tiene el derecho de aspirar a un cargo de elección popular, pero nosotros como votantes tenemos también todo el derecho de exigirles, antes de votarlos, su carta de presentación.
No se nos vayan a colar luego extraños con proyectos peligrosos, gente impulsada por el narcotráfico o por grupos tóxicos ajenos al estado, advenedizos que sólo quieran entrar a la política a hacer dinero, o improvisados que no tengan ni idea de lo que es el Congreso o el Municipio y que lleguen solamente por padrinos políticos o por sus caras bonitas.
Nos merecemos a los mejores líderes en el poder, tenemos que legitimar a nuestros liderazgos en el poder, tenemos que legitimar a nuestros gobernantes y eso nos corresponde a nosotros.