Migrantes de varias partes del mundo pasaron su primera noche durmiendo en las calles de Aguascalientes, pues la Dirección de Regulación Sanitaria del Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes prohibió al propietario del albergue temporal para migrantes en Jesús María, Jesús Maya, dejara entrar a más de 30 personas a ese lugar.
“Me sentenciaron que no dejara entrar a más de 30 personas porque si no me iban a clausurar y así fue, los migrantes durmieron afuera del albergue, mojándose y pasando un poco de frío”.
Lamentable, pero es la realidad, la forma de cómo la autoridad sanitaria prohibió dejaran entrar a los migrantes al albergue cuando estaba lloviendo.
Esta marginación, discriminación y ahora racismo están sufriendo estos migrantes después del caso de Gina, la mujer ignorada por los paramédicos de la ambulancia cuando tuvo hemorragia por un tumor en su vientre el domingo pasado.
Ahora pasando esto, Jesús Maya no entiende si esto es una venganza porque no pudieron cerrar el albergue los de Regulación Sanitaria, ya que el pretexto era clausurarlo porque había ratas y cucarachas.
“No sé si es una venganza, pero sí nos han prohibido y yo no sé si voy a cerrar el albergue; lo voy a pensar”, comentó Maya.
De cerrar el albergue, a dónde se van a refugiar los migrantes.
El Instituto Nacional de Migración no les pudo dar alojamiento en su área porque algunos de los migrantes dormidos afuera del albergue ya tienen su Tarjeta de Visitante y con ella ya pueden moverse libremente por cualquier parte del país.
Ahora Jesús Maya no sabe cómo hacerle para ayudar a los migrantes, pues no va a poderlos meter. Espera poder construir otras habitaciones, pero eso sería a largo plazo.