El abogado Javier Román Ramírez, de aproximadamente 40 años de edad, fue ejecutado de varios disparos de arma de fuego a las puertas de su domicilio en el fraccionamiento El Cóbano, al oriente de la ciudad.
Fue privado de la vida por cuatro sujetos que viajaban en dos motocicletas, que prácticamente lo cazaron cuando llegaba a su casa y tras balearlo se dieron a la fuga, por lo que no fueron detenidos.
El homicidio del profesionista, al parecer hijo de un magistrado en activo, sucedió este lunes, alrededor de las nueve y media de la noche, en la calle Kutzu del citado fraccionamiento El Cóbano, justo frente a un jardín de niños.
Las primeras investigaciones realizadas por las autoridades revelaron que el abogado llegó a su casa a bordo de una camioneta Mazda, en color gris, sin sospechar que los sicarios ya lo estaban esperando.
Javier descendió de su vehículo y fue entonces que lo interceptaron los cuatro sujetos, que le dispararon en repetidas ocasiones con armas de fuego para ejecutarlo.
El abogado cayó al piso, en la banqueta y frente a su domicilio, a un lado de su camioneta, tras de lo cual los agresores se dieron a la fuga.
Algunos vecinos escucharon las detonaciones y dieron parte a las autoridades a través de los servicios de emergencia.
En cuestión de minutos arribaron oficiales de las Policías Municipal y Estatal así como paramédicos, que revisaron al abogado y confirmaron que ya había fallecido.
En el lugar fueron detectados varios casquillos percutidos, por lo que los elementos de Seguridad Pública acordonaron la zona con apoyo de efectivos de la Guardia Nacional, que también hicieron acto de presencia.
Al conocer que los responsables de la agresión armada eran cuatro y viajaban en dos motocicletas, desplegaron un operativo de rastreo, pero no los localizaron.
Poco más tarde arribaron agentes de la Policía de Investigación para iniciar las pesquisas correspondientes y personal de Servicios Periciales, que se encargó del levantamiento de los indicios y del traslado del cadáver del abogado al SEMEFO para la práctica del estudio de necropsia que marca la ley.