Estruendosas voces, algunas a favor, muchas en contra, pero ayer un tema causó polémica en la polarizada sociedad de Aguascalientes: el aborto.
Se busca aprobar en el Congreso del Estado la iniciativa de protección a la vida desde la concepción y se desató la polémica de siempre: los derechos de la mujer.
Y sí, se habla mucho sobre la protección a la mujer, que ella es dueña de su cuerpo, dueña de sus actos y que si decide interrumpir un embarazo es porque tiene los motivos suficientes para hacerlo, mas no los medios, por lo que se busca que el aborto sea gratuito y principalmente sin tener ninguna consecuencia legal.
Muchos médicos se niegan a practicar abortos aduciendo objeción de conciencia, que son muy respetables, y por ley no se les debería obligar a hacer algo contrario para lo que estudiaron: preservar la vida.
Pero qué decimos del hombre que embaraza a la mujer y desaparece, o el que se queda pero no se hace responsable. Ellos también tendrían que ser penalizados si la mujer a la que embarazan se deshace del hijo no deseado.
Hablamos de derechos de las mujeres, de los hombres, pero ¿por qué no se habla de los derechos de los bebés en camino, de los niños que no pidieron venir al mundo, pero que tampoco piden que los asesinen en el vientre materno, lugar donde se supone deberían estar seguros?
En la Ciudad de México es un derecho abortar y muchísimas mujeres de provincia acuden a la capital del país para practicarse legrados en las clínicas u hospitales adecuados para ese tipo de procedimientos, que obviamente los hace un profesional y son absolutamente gratuitos. En 13 años 145 mujeres de Aguascalientes han viajado para interrumpir un embarazo no deseado y las edades de las solicitantes van desde la adolescencia hasta mujeres ya bien entradas en años. Y obviamos decir que hay mujeres que se han hecho legrados en más de una ocasión, lo que ya suena a libertinaje.
Surge una duda: ¿no saldría más fácil adquirir un método anticonceptivo para evitar el ‘problema’ del embarazo?; en todas las instituciones del sector salud los métodos para no engendrar son gratuitos.
Evidentemente este tema tiene muchísimos puntos de vista, es un tema social, cultural, económico, pero un tema que genera polémica sin duda.
Obvio, habrá casos excepcionales donde intervenga la salud de la madre o el hijo, o si el bebé es producto de alguna violación, en fin, son muchas aristas en el tema que se han de ir resolviendo poco a poco, pero aquí se olvida al protagonista: el bebé a nacer, si es que su madre le da la oportunidad.