Cuatro meses después de que en sesión secreta fue despenalizado el aborto, diputados del PAN y MORENA chocan en los micrófonos de INFOLÍNEA, lanzándose no sólo acusaciones y recriminaciones, sino también insultos con tal de pretender “lavarse las manos” de la polémica decisión que a final de cuentas tomó el Congreso del Estado.
El diputado Jaime González de León, entonces presidente del Congreso del Estado y quien se encargó de organizar y coordinar los trabajos de la reunión donde se votó a discreción para que a final de cuentas se tratara de evitar que la ciudadanía supiera cuáles diputados y diputadas votaron a favor y cuáles en contra del espinoso tema, y la diputada Ana Gómez, guía de los legisladores de MORENA y quienes a final de cuentas inclinaron la balanza para la despenalización del aborto, cruzaron duros señalamientos sobre la forma en la que se manejó el asunto y la decisión para validar la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El legislador del Partido Acción Nacional, tras asegurar que en lo personal votó en contra de la despenalización, aseguró que los seis diputados panistas que asistieron a la referida sesión votaron en el mismo sentido, es decir rechazando la orden de la máxima instancia del Poder Judicial de la Federación, lo que obtuvo como respuesta un señalamiento duro de “mentiroso” de parte de la diputada Ana Gómez, quien dijo que entre los diputados panistas hubo quienes sí validaron la práctica del aborto.
En el “fuego político cruzado”, el diputado Jaime González y la legisladora Ana Gómez fijaron cada quien su posición, hablaron de cómo más o menos se movieron las cosas en la sesión secreta y pretendieron aclarar la situación, sin aceptar en ninguno de los casos que per se se hubiera votado a favor del aborto, sino que “lo único que se hizo fue avalar la orden de la Corte”.
Tras la participación de ambos legisladores en el programa líder de la radio que conduce José Luis Morales, los mensajes de voz y texto de la gente no se hicieron esperar, la mayoría de los cuales coincidían en reprobar la decisión que se tomó por mayoría y en sesión secreta de la Cámara de Diputados, advirtiendo que a final de cuentas se le dio la espalda a la ciudadanía.
De parte de la gente hubo señalamientos fuertes contra los “representantes populares”, tras considerar que ni siquiera tuvieron el valor civil ya no de votar abiertamente sino incluso de reconocer que varios de ellos votaron a favor de la despenalización del aborto, pues quienes lo hicieron a final de cuentas se escudaron en que “votamos por lo que ordenaba la Corte y nada más”.