Desde el Observatorio de Violencia Social y de Género en Aguascalientes se presentó una alerta de género por agravio comparado contra el Estado por violentar los derechos humanos de las mujeres, manifestó su fundadora, Mariana Ávila Motejano.
Explicó que dicha alerta se presenta desde la Asociación Civil que representa y que tiene experiencia en derechos de las mujeres y de perspectiva de género; “en este momento podemos hacer público que la alarma para el caso de Aguascalientes ya se admitió”.
Por lo anterior la activista indicó que el paso siguiente es la generación de un grupo interdisciplinario donde participarán instituciones, especialistas, académicos, organizaciones de la sociedad civil y víctimas, quienes habrán de analizar el agravio comparado en la Entidad, las cuales deben ser obligatorias.
A puntó que dicho grupo realizará una serie de indicaciones, recomendaciones y modificaciones que se tienen que hacer al Código Penal en Aguascalientes y que tiene que acatar el Congreso del Estado.
La activista señaló que la alerta de género ha tenido impactos positivos ante la falta de voluntad de las autoridades en las entidades donde ya se ha emitido; “apelamos y buscamos que en este Estado se preste atención a la situación, porque tiene que ser responsable de que todas las niñas, adolescentes y mujeres tengan acceso a los derechos humanos”.
Asimismo apuntó que desde el Observatorio de Violencia solicitan la modificación y el restablecimiento de los derechos humanos reproductivos y al acceso a la salud integral en la Entidad.
Dio conocer que se presentaron cuatro amparos directamente con la defensoría federal, así como un amparo indirecto por parte del Observatorio de Violencia Social y de Género referente a la violación de los derechos humanos de las mujeres en Aguascalientes.
“Nos parece muy importante y muy responsable hacerlo por las vías existentes”.
Recordó que en las instituciones a nivel federal, estatal y municipal se cuentan con mecanismos que son responsables de la generación de política pública, así como de transversalizar los derechos humanos y la perspectiva de género, a través de los Institutos de las Mujeres que se han mantenido omisos.