Nueva York, 18 sep (EFEUSA).- Más de 200 representantes académicos, indígenas y de ONG instaron este miércoles a los Gobiernos y las grandes empresas a «abordar con urgencia la crisis climática» para «garantizar la supervivencia de la humanidad».
Después de invitar a los participantes a tomar tres inspiraciones y espiraciones profundas para relajarse y sentir la conexión entre los humanos y la naturaleza, para trabajar por el futuro del planeta, y de escuchar una canción tradicional de los nativos de norteamérica, dio comienzo la «Cumbre de los Pueblos sobre el Clima, los Derechos y la Supervivencia Humana».
Esta reunión, que se celebra en Nueva York, cinco días antes de la Cumbre sobre Acción Climática de la ONU, tiene como objetivo «generar aún más potencia, energía y recursos» para impulsar «un movimiento de masas conectado, diverso y orientado hacia la acción para vencer la emergencia climática, poniendo en el centro de sus soluciones a las personas y los derechos humanos».
Por eso, han redactado una declaración conjunta en la que instan a «actuar ya» y a hacerlo con «ambición».
Luis Alfonso de Alba, el enviado especial de Naciones Unidas para la Cumbre del Clima, intervino en la apertura de las reuniones para subrayar, precisamente, «la necesidad de concentrarse en la acción».
«Hemos gastado muchos años negociando, tratando de identificar las mejores opciones», dijo De Alba, antes de insistir en que si no se actúa inmediatamente, como advierten las recomendaciones de la ciencia, «no solo ponemos en peligro la vida de nuestros hijos y nietos, sino la nuestra».
En este sentido, el diplomático apuntó que las reuniones de hoy y mañana comparten con la Cumbre de Acción Climática organizada por el secretario general de la ONU, António Guterres, el próximo lunes, «la urgencia y la necesidad de actuar».
«El tiempo de la negociación ha concluido», insistió De Alba, antes de remarcar la necesidad de cambiar los hábitos tanto de los individuos como de los Gobiernos.
En la apertura, también intervino Berta Zúñiga Cáceres, coordinadora del Conejo de Organizaciones indígenas de Honduras e hija de la activista asesinada Berta Cáceres, que arrancó las lágrimas de algunos de los participantes con un discurso apasionado en defensa de los pueblos indígenas y contra los Gobiernos y grandes empresas que, según ella, son la principal causa de la devastación de la naturaleza.
«Quiero hablar en nombre de muchos pueblos y comunidades que han sido atacadas», dijo Zúñiga, antes de subrayar que esos pueblos y comunidades indígenas son víctimas del desastre ambiental y de las guerras y conflictos creados por «intereses políticos y empresariales».
Zúñiga, que también llamó a la acción, declaró: «el crimen contra mi madre es un claro ejemplo de asesinato por los intereses de una empresa constructora de una represa hidroeléctrica».
Asimismo, advirtió de que la lucha contra la crisis climática no puede ser encabezada por «quienes destruyen» la naturaleza.
Para ella, el cambio lo realizarán aquellos a quienes les interesan la naturaleza, quienes viven en la naturaleza, ya que, según, comentó los pueblos indígenas representan el 5 % de la población y protegen el 80 % de la diversidad.
«Toda lucha vale la pena. Retamos a esta cumbre y a los pueblos a crear políticas distintas fuera del control de las empresas», dijo antes de acusar al «sistema capitalista» de invertir en energía para desarrollar el consumo, y de no invertir en las comunidades.
Porque, según insistió citando a su madre, en estos momentos de crisis climática y social «no queda otro camino más que luchar».
Sobre la declaración acordada en la reunión de hoy, la directora ejecutiva internacional de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, declaró que «marca una nueva era en el activismo contra el cambio climático».
«Junto con nuestros aliados y con la juventud a la cabeza, todos emprenderemos acciones y haremos frente a los responsables de este fenómeno. Los Gobiernos débiles y el poder de las grandes empresas tóxicas tendrán que dar la cara cuando pongamos a la gente en el centro de nuestras exigencias y busquemos justicia climática para las comunidades menos responsables de esta emergencia climática», dijo.
La reunión de hoy y mañana, en la que también estarán jóvenes activistas medioambientales, supone el pistoletazo de salida de una intensa semana en Nueva York en la que el clima será el protagonista.
Una manifestación el próximo viernes, enmarcada en una protesta internacional para concienciar a los Gobiernos y las empresas de la necesidad de frenar el cambio climático, y la cumbre de la juventud sobre la emergencia climática del sábado prepararán el camino a la Cumbre del Clima, donde solo tomarán la palabra los países que hayan dado pasos reales o tengan iniciativas concretas para mejorar el medio ambiente.