México, 4 ene (EFE).- Desde hace décadas se ha recurrido a los extras y a los «stunts» -especialistas que exponen su físico en escenas de acción- para dar vida a diferentes situaciones fílmicas. En ambas categorías trabajaron personalidades mexicanas, que arrancaron su carrera en estos campos antes de llegar al estrellato.
EXTRA, EXTRA
Un ejemplo fue Emilio «El Indio» Fernández, quien tras escapar de la cárcel, emigró a los Estados Unidos, donde trabajó en el campo antes de incursionar en Hollywood, donde comenzó como extra y doble de acción.
«En Estados Unidos fui bailarín y extra, siendo ‘Ramona’ (1928) la primera película en la que trabajé, donde Dolores del Río era la estrella», aseguró en una entrevista que concedió al periodista Joaquín Soler Serrano en 1978.
Años después, ya en México, donde continuó un tiempo como extra, «El Indio» acabó consagrándose con cintas que dieron la vuelta al mundo, como «María Candelaria» (1944), «Las abandonadas» (1945), «La perla» (1947), «Maclovia» (1948) o «Río escondido» (1948).
El actor David Silva, conocido por cintas como «Campeón sin corona» (1946) o «Una familia de tantas» (1949), emprendió un camino similar al realizado por «El Indio».
Antes de ser el galán de varias cintas, Silva trabajó como extra, participando por primera vez en cine en «Bajo el cielo de México» (1937) y «La Zandunga» (1937), entre otras.
Otro ejemplo de este trabajo fue Roberto Cañedo, cuyas inquietudes artísticas le trajeron algunos problemas, ya que su acaudalada familia no aceptó sus querencias profesionales.
No obstante, Cañedo participó como extra y bailarín, invirtiendo diez años en esta labor. «El capitán aventurero» (1938) fue su primera intervención en este rubro, a la que seguirían varias cintas más.
La fama le sonreiría años después, gracias a «El Indio» Fernández, quien le dio la oportunidad de protagonizar «Pueblerina» (1949).
Incluso, el afamado Pedro Infante también se inició como extra en el séptimo arte, como puede comprobarse en «Puedes irte de mí» (1941), en el que aparece dirigiendo una orquesta.
Tiempo después llegarían los papeles icónicos de Infante, que ya forman parte de la cinematografía mexicana, como Pepe el Toro, Martín Corona o Pedro Malo.
EXPLOTA LA TELEVISIÓN
En la década de 1980, el cine languidecía como industria, pero la televisión crecía en demanda y esparcimiento. Fue en este rubro donde Eduardo Yáñez se abrió paso.
Estudió teatro y comenzó con algunas puestas en escena hasta que, por consejo de la actriz y directora cubana Carmen Montejo, comenzó como extra en la televisión.
«Me saqué unas fotos, las dejé en Televisa y me llamaron para hacer extras en algunas cosas. Hice ‘El hogar que yo robé’ (1981), ‘Espejismo’ (1981) y me presenté al casting de ‘Quiéreme siempre’ (1981)», dijo Yáñez para el programa «Hoy», del canal Las Estrellas, en enero del 2019.
De ahí se desprendieron éxitos televisivos como «Senda de Gloria» (1987), «Dulce Desafío» (1989), «Yo compro esa mujer» (1990), «Striptease» (1997) o «The punisher» (2004), estas dos últimas en Hollywood.
Eduardo Yáñez regresó a México y retomó su status como galán de telenovelas en «Fuego en la sangre» (2009) o «Amores verdaderos» (2012).
RIFÁNDOSE EL FÍSICO
La figura de Arturo Peniche surgió en la década de 1980, siendo conocido por telenovelas como «Monte calvario» (1985), «La indomable» (1987), «Amor en silencio» (1988) o «María Mercedes» (1992).
Pero la consagración de Peniche como uno de los galanes por excelencia fue gracias a su padre (conocido por hacer de doble de Jorge Negrete), quien le dijo a su hijo que existía la posibilidad de aparecer en una película de Julián Bravo.
«Llegó esta oportunidad de ser doble en el cine a los 15 años», explicó en el programa de entrevistas «El Minuto» en octubre de 2018, al tiempo que recordaba que le enseñaron «a hacer doblaje de cine, a hacer caídas de caballo, piruetas en carro, caídas de dos tres pisos».
Fernando Colunga, también conocido como galán de Thalía en «María la del Barrio» (1995), inició su carrera como «stunt». Incluso se rumorea que hizo de doble de Rosa Gloría Chagoyán en una de las escenas de acción de la actriz en uno de sus filmes, hecho que el actor no ha confirmado.
«Llegué a Televisa como doble de Eduardo Yáñez, para el final de «Dulce desafió» (1989), indicó Colunga a la revista Somos uno en octubre de 1995, a la vez que indicó que «me dejaron hacer papeles pequeños, pero no sentía ningún avance, hasta que tuve la oportunidad de estudiar en el CEA y entrar de lleno en la interpretación».
Fue el galán por excelencia de Televisa, gracias a títulos como «Esmeralda» (1997), «La usurpadora» (1999), «Abrázame muy fuerte» (200), «Amor real» (2003), «Alborada» (2005), «Mañana es para siempre» (2008), «Soy tu dueña» (2010) o «Pasión y poder» (2015).
En Hollywood es más común esta trayectoria hasta el estrellato, con ejemplos como los de Clint Eastwood, Brad Pitt, Matt Damon o Ben Affleck, entre otros.