Los jóvenes a quienes se les denomina como pandilleros son el resultado de las omisiones de las autoridades en Aguascalientes, manifestó la fundadora del Observatorio de Violencia, Mariana Ávila Montejano, tras considerar que dicha situación es una violencia.
Explicó que los jóvenes que pertenecen a diferentes pandillas se han enfrentado a una situación específica donde en Aguascalientes se les ha estigmatizado, es decir cuando existen incidentes de inseguridad como homicidios o lesionados, las autoridades advierten que los involucrados eran personas pertenecientes a la delincuencia organizada.
“Cuando la autoridad envía dicho mensaje a la sociedad está diciendo que se deslinda de la situación, ya que son personas que no se encuentran dentro de la estructura de legalidad, cuando son responsables de esos jóvenes”, indicó la activista.
Por lo anterior señaló que las autoridades se encuentran violentando el debido proceso de la investigación, además de estigmatizar, ya que la narrativa que se envía es violatoria a los derechos humanos.
Ávila Montejano dijo que cuando la autoridad y la sociedad desatienden la base de la violencia, esta incrementará porque se desconoce la situación que viven los jóvenes que cometen los delitos, en qué condiciones se desarrollaron, los grupos delincuenciales que permearon en sus comunidades, así como las posibilidades que tiene la juventud de ese lugar.
Hizo el cuestionamiento de por qué jóvenes de 13 años son consumidores de cristal, además de a qué se refieren las autoridades al señalar de que un joven de 14 años es pandillero porque pertenece a un grupo, y “¿por qué un joven de esa edad no tiene opciones para estudiar?”, señaló.
La activista del Observatorio de Violencia dijo que la falta de óptimas condiciones para los jóvenes de todas las colonias, comunidades y municipios se debe a una simulación de las autoridades al designar en espacios estratégicos para la toma de decisiones a personas sin las capacidades, sin la sensibilidad y la falta de conocimiento de los derechos humanos.