Villahermosa (México), 4 oct (EFE).- Cientos de afectados de los casi 600.000 que dejó el desfogue de una presa en el estado mexicano de Tabasco, sureste del país, se han a metido rescatar y poner a salvo sus bienes y pertenencias en las últimas horas.
Durante tres días de lluvias fuertes y desfogues extraordinarios en la presa Peñitas, 383 colonias (barrios) y comunidades de este estado petrolero sufrieron afectaciones. Tan sólo en esas 72 horas el bombeo en la represa aumentó de 1,150 a 1.750 metros cúbicos por segundo.
«Estuvimos prevenidos todos los vecinos, pero ahora sí vemos la inmensidad del agua, no como la de otros años. Ahora es mejor sacar todo y no dejar nada», dice Carlos Alberto López Hernández mientras el agua que cruza el otro lado de la calle corre por sus pies e inunda su casa.
Carlos y su familia forman parte de los 591.610 afectados por las lluvias de los frentes fríos 4 y 5, así como por los desfogues de la presa hacia la planicie del estado de Tabasco.
Los habitantes en el municipio de Centro caminan entre las aguas negras cargando con colchones, roperos, refrigeradores y todo lo que puedan salvar de la creciente que se dirige hacia sus casas.
Las lluvias constantes complicaban todavía más el escenario de emergencia en que se encuentra la entidad sureña mexicana.
Apenas el sábado las autoridades locales reportaron la primera muerte por ahogamiento en el municipio de Jalapa y el panorama alarmó cada vez más a la ciudadanía.
Por la noche, en diferentes zonas de Centro, municipio que alberga a la capital de Tabasco, desfilaban camionetas cargadas con enseres de los hogares en riesgo.
La incertidumbre era grande entre la población y la experiencia de un 2007 bajo el agua los llevó a tomar medidas preventivas para no perder el patrimonio recuperado en estos 13 años.
Al amanecer del domingo, Lesli Gómez evacuaba junto con su familia la mayoría de sus pertenencias, la bolsa de mayor cuidado es ecológica y su contenido son tres cachorros de tres meses a los que encarga con otro familiar en tanto sigue sacando sus cosas.
En total son seis las mascotas de su familia; entre sonrisas nerviosas la mujer responde que no sabe qué pasará «con sus animalitos» si su familia es trasladada a un albergue.
Muchos tabasqueños sienten temor y coraje, algunos incluso tomaron vialidades para protestar y exigir que las autoridades estatales les provean apoyos y bombas de succión en las zonas anegadas.
Durante un recorrido de inspección en zonas anegadas, el gobernador estatal, Adán Augusto López Hernández, confirmó la reducción en la presa Peñitas y señaló que, para Villahermosa, la capital, «en estos momentos no hay riesgos» de más afectaciones debido al descenso de los principales ríos que rodean la ciudad.
Este domingo las lluvias dieron una especie de tregua al llamado «Edén mexicano».
Pero, mientras los ciudadanos aprovechan para rescatar su patrimonio, el director de operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado encargada del manejo del Sistema Hidroeléctrico Nacional, anuncia que el desfogue de aguas ha bajado a 1.250 metros cúbicos por segundo y que el acuerdo hecho por el Comité Nacional de Grandes Presas es disminuirlo más a 1.150 metros cúbicos por segundo en las siguientes horas.
Según la CFE, los ríos también reportan niveles por debajo de sus topes máximos previos al desbordamiento.
Pero el escenario climatológico es momentáneo para la sureste del país ya que, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), la tormenta tropical Gamma, que actualmente se encuentra en la península de Yucatán, afectaría en las siguientes horas con lluvias puntuales a los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas y Quintana Roo, complicando el panorama positivo apenas iniciando.
Según la Conagua, las precipitaciones torrenciales ocurridas en el sureste de México desde el 29 de septiembre, se prevé que continuarán en los próximos días.