Aguascalientes.- La contaminación ambiental y las altas concentraciones de pólenes en el ambiente influyen en el origen y evolución de enfermedades alérgicas, actualmente el 30 por ciento de la población las padece, lo cual se ha convertido en un grave problema de salud, pues generan grandes costos al sistema de salud y limitan la actividad de los pacientes.
Además, conforme pasa el tiempo la prevalencia de estas afecciones aumenta, y cabe señalar que los principales alérgenos presentes en el aire derivan de fresnos, pastos, casuarinas, cipreses, robles, entre otras especies.
En el largo plazo los efectos de la contaminación predisponen el desarrollo de rinitis alérgica y modifican la respuesta local contra alérgenos ambientales.
En niños la exposición persistente ocasiona mayor incidencia de dermatitis atópica y merma el crecimiento y función pulmonar.
La contaminación también afecta la salud de las personas, la mayoría de los estudios se basan en seis tipos de sustancias tóxicas: monóxido de carbono, plomo, óxido nítrico, ozono, dióxido sulfúrico y partículas PM2.5 y PM10, provenientes de las emisiones de vehículos a diesel.
De acuerdo a reportes presentados por especialistas del IMSS en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, en algunas personas la irritación en el organismo por contaminación urbana aumenta la sensibilidad de la vía aérea a todas las demás sustancias presentes en su entorno, independientemente de si es contaminante o no, además de hacerlas más propensas a enfermedades infecciosas y reacciones alérgicas.
Quienes tienen susceptibilidad a sustancias contaminantes y alergias por pólenes están más predispuestos a desarrollar enfermedades como asma, rinitis y dermatitis atópica, por ejemplo.
La susceptibilidad es diferente en cada individuo y está relacionada con la duración de la exposición a los contaminantes y pólenes, y a la concentración de la exposición.
Algunos de los síntomas por inhalación de gases contaminantes en combinación con pólenes son el aumento de tos y de la secreción de moco, que son respuestas del organismo para eliminar el agente que irrita la vía aérea; algunos individuos, en particular los que padecen asma, podrían presentar broncoconstricción.
A diferencia de una persona no alérgica, aquellas alérgicas o atópicas con problemas de rinitis tendrán más síntomas a nivel pulmonar y nasal, aun con la exposición a una menor cantidad de contaminantes y pólenes.
Para disminuir las molestias por alergia se recomienda el lavado nasal frecuente con una solución salina estéril, no con agua de la llave; evitar salir en días con altas concentraciones de contaminantes ambientales y conteos polínicos; evitar actividades al aire libre en horarios de 5 a 10 de la mañana y de 19 a 22 horas; mantener ventanas cerradas; utilizar ropa de fibras naturales y, lo más importante, acudir al médico.