Lomé, 18 ene (EFE).- Jefes de Estado y ministros de siete países de africanos, reunidos en Lomé, firmaron este sábado un acuerdo como primer paso para penalizar la fabricación, importación y distribución de medicamentos falsificados.
El presidente de Senegal, Macky Sall; el de Togo, Faure Gnassingbe y el de Uganda, Yoweri Museveni; junto a los ministros de Salud de Congo, Níger, Ghana y Gambia se comprometieron, al rubricar la llamada «Iniciativa de Lomé», a crear un marco legislativo panafricano con el fin de frenar este tráfico ilícito.
Un negocio millonario en el continente africano, donde se estima que entre el 40 y el 60% de los medicamentos vendidos son falsificados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que no han sido sometidos a las evaluaciones normales de calidad, seguridad y eficacia.
Durante su discurso, el presidente togolés pidió a África una «lucha decidida» contra esta crisis y señaló como posibles causas -entre otras- la no ratificación de las convenciones internacionales existentes, la flagrante corrupción o la poca conciencia de los ciudadanos.
«Por primera vez, la iniciativa está siendo llevada a cabo por Estados africanos. (…) Sigo convencido de su resultado exitoso», expresó Gnassingbe, quien describió la situación actual como una emergencia de salud pública.
«Tenemos la voluntad de luchar contra este drama humanitario que se desarrolla ante nuestros ojos con indiferencia general. ¡Es hora de actuar!», reiteró el presidente togolés a través de su cuenta de Twitter.
La OMS estima que cada año unas 100.000 personas mueren en África por tomar medicamentos «falsificados o de baja calidad», mientras que aquellos con una mayor probabilidad de estar caducados o de ser deficientes son los antibióticos y las pastillas contra la malaria.
«Estoy de acuerdo en que los países africanos pueden hacer mucho para ayudarse mutuamente a luchar contra los medicamentos falsificados y de baja calidad a fin de garantizar que todas las personas tengan acceso a medicamentos seguros», añadió vía Twitter el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también presente en Lomé.
Además de un marco legislativo común, esta iniciativa busca también aumentar el intercambio de inteligencia entre estos siete países y fortalecer la seguridad en unas fronteras hasta ahora demasiado porosas.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), estos medicamentos -que matan a decenas de miles de personas cada año en el mundo- proceden principalmente de China e India, naciones con dos de las industrias farmacéuticas de más rápido crecimiento del mundo.