Phoenix (AZ), 28 ago (EFEUSA).- Agentes de la Patrulla Fronteriza han encontrado en la última semana tres cuerpos de inmigrantes que intentaban cruzar a los Estados Unidos, informó este miércoles la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El jueves pasado, la estación de la Patrulla Fronteriza de McAllen, en Texas, respondió a una llamada de una persona que fue hallada sin vida en el río Grande (o río Bravo) cerca de La Havana, en Texas. Se pudo recuperar el cuerpo con la ayuda de la Guardia Costera de los Estados Unidos, dijo CBP en el comunicado.
Dos días después, una unidad de la Guardia Costera que patrullaba el río cerca de Mission, en Texas, contactó a la estación de la Patrulla Fronteriza de McAllen, sobre otra persona muerta en el Río Grande.
Ambos cuerpos fueron transportados a la morgue del condado de Hidalgo, Texas, de acuerdo a información oficial.
El domingo, agentes que patrullaban un rancho en el condado de Kenedy, en Texas, encontraron a otra persona muerta entre la maleza.
En los últimos meses, las autoridades fronterizas han reportado el hallazgo de varias personas muertas que intentaban cruzar la frontera por el río.
«El Sector del Valle del Río Grande actualmente tiene múltiples campañas enfocadas en rescates y conciencia de peligro, como ‘Operación Big Rig’ y ‘No Se Arriesgue’ para combatir el contrabando y finalmente salvar vidas», dijo CBP mediante un comunicado.
De esta forma las autoridades alertan los peligros al cruzar la frontera sur, como ha quedado patente en los últimos meses.
A principios de mayo, la Patrulla Fronteriza encontró muerto a bebé de 10 meses en el río Grande, y en junio pasado hallaron siete cuerpos, entre ellas una mujer cuyo cadáver estaba flotando en un canal en Socorro, situado en el condado de El Paso.
En esta misma ciudad hallaron cuatro cuerpos más que fueron localizados atascados en la rejilla de un túnel de desagüe al que las autoridades llegaron tras percibir un olor fétido.
A finales de junio, las dolorosas imágenes de un hombre y su hija de apenas 2 años flotando boca abajo en las aguas del río Grande, en la orilla mexicana, dieron la vuelta al mundo como un recordatorio de la dificultad de cruzar de esta forma.