Con un presupuesto recortado en una tercera parte para este año y una ola de suicidios incontenible, pero sobre todo con una estrategia fallida en materia de prevención y atención de las adicciones, violencia familiar y de los efectos colaterales de la pandemia del coronavirus en la salud mental de la población, el Centro de Salud Mental Agua Clara arribó ayer al 22 aniversario de su fundación.
Personal de la unidad especializada lamentó que la institución no esté cumpliendo con el papel que le corresponde, debido a la falta de interés y de capacidad de gestión que han exhibido las autoridades del ISSEA para que la unidad cuente con todo lo que se requiere para operar adecuadamente, pero sobre todo por el desmantelamiento de que ha sido objeto ante el recorte de personal bajo el argumento de que ya no hay recursos para recontratar a las psicólogas y demás empleados de Agua Clara.
“Es una tristeza el abandono en el que se tiene a la institución, basta señalar que para este año le recortaron el presupuesto en más de 5.5 millones de pesos, mientras que los problemas que generan más demanda de servicio, como es el caso de las adicciones, la violencia intrafamiliar, la depresión, la ansiedad y otros trastornos están presentes en un sector muy importante de la población, sin que se tenga respuesta para apoyarlos”, mencionaron trabajadores de la propia institución que se dijeron decepcionados del trato que las autoridades de Gobierno y de Salud le han dado a la unidad y en general a la salud mental de la población hidrocálida.
Parece ser, indicaron, que para el secretario de Salud y del propio director de Agua Clara “no ha existido, ni existe Agua Clara, por lo que la atención está por los suelos pese al esfuerzo que realizamos a diario los trabajadores para sacar adelante el compromiso con la gente, pues lo hacemos con muchas carencias de todo tipo”.
Mencionaron que por si no fuera poco el marcado desinterés que tienen las autoridades de Salud en el funcionamiento de Agua Clara, el Congreso del Estado le recortó en una tercera parte el presupuesto que se le tenía asignado a la institución, cuando la situación obligaba a que se aumentara el recurso para la institución debido al aumento en los suicidios, los intentos de las personas que en su desesperación buscan escapar por la puerta falsa, pero también por los problemas de la violencia intrafamiliar, el consumo de drogas y los trastornos que provoca esta conducta, así como por muchos otros problemas de salud mental que se están ensañando con la población debido a los efectos secundarios de la pandemia.
“El aniversario de la fundación de Agua Clara puede ser un buen pretexto para que el gobernador Martín Orozco haga una evaluación del trabajo y de la misión que tiene la institución, a fin de que se decida apoyarla con más recursos y con el personal que necesita, porque de lo contrario las cosas seguirán empeorando en todos los aspectos”, advirtieron los trabajadores de Agua Clara.