México, 7 sep (EFE).- El derretimiento o retroceso de los glaciares en los picos más altos de México, América Latina y del mundo es «alarmante» por la velocidad con la que ocurre, dijo el director del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hugo Delgado Granados.
La fundición de las masas de hielo es provocada por el aumento de la temperatura ambiental, la cual ha aumentado debido al cambio climático y provoca una disminución del agua disponible para las poblaciones cercanas a los picos, explicó Delgado a Efe.
«Al disminuir su tamaño disminuye la cantidad de agua disponible, y el resultado es que esas áreas ya no cuenten con una cantidad importante de agua», apuntó.
Explicó que en el balance hidrológico esa agua «puede no representar mucho por el tamaño de los glaciares, puede ser hasta un 5 %» de la cantidad de agua disponible, pero a pesar de ser un porcentaje bajo «es una cantidad muy importante».
Las aguas de fusión de hielos de glaciar alimentan el sistema hidrológico de determinadas regiones ya que están relacionadas con las cuencas. «El agua baja de las montañas hacia los valles, sea como agua superficial o recargando los acuíferos», expuso.
La explicación del especialista mexicano ocurre luego de que hace unas semanas en Islandia desapareció el glaciar Okjökull, uno de los 400 glaciares de ese país debido al cambio climático.
Dijo que lo sucedido en Islandia es importante «pero están desapareciendo glaciares en todo el mundo». Señaló que «en Bolivia desaparecieron glaciares muy importantes y que aportaban agua potable a la ciudad de La Paz».
Mientras, en México han desaparecido y siguen desapareciendo los glaciares de las montañas más altas como los de los volcanes Popocatépetl «debido a las constantes erupciones»; Iztaccíhuatl, «en vías de extinción», y el Pico de Orizaba «con un retroceso importante». De estos, los dos últimos están inactivos.
«En México los glaciares (de los picos) están retrocediendo de una manera más rápida de lo que se venía midiendo y estimando», dijo el especialista.
Explicó que la altitud de esas tres montañas (5.426 metros, 5.230 y 5.636, respectivamente) ayuda a la generación de glaciares porque México es un país tropical, y de no ser por su picos «no tendríamos glaciares».
Delgado explicó que otras zonas altas del mundo como las cordilleras de los Andes, los Alpes y los Himalayas, «donde hay y había glaciares, actualmente los más vulnerable están desapareciendo».
Puso como ejemplo el caso Perú, país con el mayor número de glaciares de montaña en Sudamérica, en los cuales se han formado lagunas que se alimentan del agua de deshielo, pero en las últimas décadas algunas de las masas de hielo más pequeñas han comenzado a desaparecer provocando, inicialmente, el desbordamiento de las lagunas, lo que pone en riesgo a las poblaciones cercanas.
Recordó que los sistemas glaciares de montaña «no son tan grandes como los sistemas glaciares de la Antártida o Groenlandia», y en esas dos regiones los glaciares «también están sufriendo una disminución, sin llegar a desaparecer, pero están perdiendo gran cantidad de su masa de hielo».
Delgado Granados explicó que para subsistir los glaciares requieren precipitación sólida, nieve o hielo, y si esto no sucede solo pierden agua (mediante la fusión).
«Si se funden de manera continua y no tienen recarga de precipitación sólida, eventualmente reducen su tamaño y desaparecen», finalizó.