BRUSELAS, Bélgica, diciembre 14 (EL UNIVERSAL).- Un nuevo pacto de colaboración se ha creado entre cárteles mexicanos y grupos delictivos europeos para llevar a territorio de la Unión Europea (UE) cargamentos de metanfetaminas y cocaína producida en América Latina.
También se han establecido alianzas para producir en suelo comunitario sustancias ilícitas como cristales de metanfetamina y cocaína en forma de sal (clorhidrato de cocaína).
De acuerdo con el estudio, los laboratorios mexicanos que operan en la UE están utilizando «métodos de producción únicos y están involucrados en etapas particulares de la fabricación de metanfetamina».
También destaca que los cárteles están «reciclando y reduciendo los desechos químicos» de las sustancias con las que producen las drogas, lo que les permite generar «mayores ganancias y mayores rendimientos de un producto final muy potente».
Si bien no hay indicios de fentanilo en el mercado de drogas europeos, el descubrimiento de instalaciones de producción de fentanilo y las incautaciones de material químico utilizado para producir la sustancia estrella de los cárteles mexicanos, plantea preocupaciones sobre el posible desarrollo de este negocio como parte del «pacto criminal».
Las alertas se desprenden del primer informe realizado conjuntamente por la DEA y Europol para analizar la amenaza que suponen los cárteles mexicanos para la Unión Europea.
El último reporte sobre delincuencia organizada en suelo comunitario, determinó que las redes criminales europeas son cada vez más internacionales, alrededor del 65% de los grupos están compuestos por miembros de múltiples nacionalidades.
«La presencia de actores criminales mexicanos que colaboran con actores basados en la UE en el mercado de drogas sigue esta tendencia», indica el documento.
El informe mencionó como ejemplo del poder de los cárteles mexicanos en Europa la incautación de 2.5 toneladas interceptadas en España en 2021, así como un alijo de 1.5 toneladas de la misma sustancia que llegó a Eslovaquia desde Croacia en 2020 y las 1.9 toneladas incautadas en Rotterdam en 2019.
Según el reporte, «es probable» que la metanfetamina que llega a Europa procedente de México sólo esté de paso, «hacia mercados más rentables en Oceanía y Asia».