«La parte más difícil de estar casada con Eugenio Derbez es tener que compartirlo con todo el mundo y aunque, de alguna manera, estoy acostumbrada, nunca acabo de acostumbrarme», señala Alessandra Rosaldo.
La vocalista de Sentidos Opuestos describe al comediante como un hombre genuinamente bueno, con corazón noble, fiel, en quien puede confiar y espléndido, como señaló durante la reciente entrevista que le hizo Yordi Rosado.
“A Aitana (la hija de ambos) y a mí nos da todo, nos falta más de su tiempo, pero nos da una vida maravillosa, aprendo mucho de él como profesional, la disciplina cuando se propone algo, hasta que lo logra, esa parte no la tengo tanto, pero él la tiene clara», destacó.
La cantante aseguró que con alguien como Eugenio, como pareja, es imposible aburrirse, pues siempre hay humor dentro la relación, aunque reconoció que, también viven momentos de estrés, debido a toda la carga laboral del actor, lo que ha inestabilizado el curso «normal» familiar.
«Hay poca estructura y estabilidad como familia, sobre todo tratando de criar a una niña, es complicado no tener horarios fijos; desayuno, comida, cena y cuando logro esa estabilidad viene otro proyecto y hay que movernos otra vez, pero vale la pena lo que he pasado con él, lo volvería a vivir», afirmó.
¿Cómo se conocieron?
La cantante relató que, antes de hacerse novios, coincidieron muchas veces en los pasillos de Televisa San Ángel; él creaba programas y ella cumplía sus compromisos en su grupo musical; el clic fue cuando grabaron un capítulo en el programa «Vecinos», donde él era productor ejecutivo, para el que tenían que viajar a Canadá.
Fue en ese momento donde nació su atracción por él, pues confió que nunca lo había visto con ojos románticos.
«Me llamó la atención, yo no sabía que era guapo, lo vi guapísimo, él volteó, se le iluminó la cara, sonreímos los dos, te juro que algo pasó, estrellitas alrededor; fue inesperado, ni él lo buscó ni yo, a partir de ese momento es como si nos quitaran el velo».
Tras esto, dijo que le fue complicado lidiar con sus sentimientos por Derbez, debido a que ambos tenían pareja.
La relación no se concretó sino hasta que él se le declaró, yendo a casa de ella y le mostró una pintura que describía su romance.
«Si eso sentí en tres días, no tenía que hacer acá (con su otra pareja), al final fue difícil, estábamos enamorados por separado, pero queriéndonos y yo muerta de amor por él; oficialmente me pidió que fuera su novia en Valle de Bravo, en el bosque, bajo la luna, con Eugenio nada es a mediatinta, es creador de escenas, todas nuestras citas fueron escenas de películas», expresó.
Fueron seis años de novios, pero ella decidió terminar con él porque deseaba hacer una familia con el comediante, pero él no quería.
«Tuve muchas voces de gente que me decía: ‘-Estás loca, qué te pasa, ¿ya viste el patrón que tiene?, salte de ahí’. La separación fue la decisión más difícil de mi vida porque yo quería casarme con él y él decía un ‘no, rotundo’, estaba esta dinámica de ‘no, no, no, pero no te vayas'».
Después de terminar, Alessandra le contestó los mensajes, hasta que en una ocasión, él le pidió matrimonio en un restaurante en la Condesa, que rentó para la ocasión.
«Todos eran extras, había un circo ambulante, montaron una escena de una obra en la que la princesa perdió la zapatilla y llegaba el príncipe con una máscara, así que llega se hinca y me dice ¿te quieres casar conmigo? Me tiré al piso, lo abracé y empecé a llorar», confió.
En otros temas Alessandra habló de cómo heredó su gusto musical de su padre Jaime Sánchez Rosado y con sus vecinos armó sus grupos, se ponía a bailar, cantar y construía sus instrumentos.
Su padre fue productor de Lucero, así que ella se sabía todas sus canciones, sus conciertos de arriba a abajo y las coreografías, al poco rato llegó a ser su corista.
«Un día cuando tenía 17 años suena el teléfono de mi casa y era una de las coristas de Lucero y me dice: ‘es que me urge localizarlo porque para el concierto de mañana acaba de surgir esta emergencia y no voy a poder ir…. La suplente tampoco puede, no sé qué hacer, estoy desesperada, no sé a quién llamarle, no encuentro a nadie, le digo: ‘no te preocupes, yo lo hago’, cuando llega mi papá, le paso el recado, que no va a poder ir mañana, pero le dije que yo lo hago, se queda helado, como que se quiso reír».
También llegó a ser corista de Caló, Paulina Rubio y Alix Bauer; otro dato que reveló fue que Sentidos Opuestos originalmente iba a ser quinteto, luego trío, finalmente quedó como dúo.
Sus inicios como grupo -confesó- fueron complicados porque iba poca gente a verlos y se tenían que apretar el cinturón, pero esos momentos les daba tablas, hasta que llegó el sencillo «¿Dónde están?», que, indicó, cambió la vida por completo y aumentó su popularidad.
Aclaró que nunca sintió atracción física por Chacho Gaytán, aunque la novia de él sentía celos de ella.