Trabajadores de fábricas en Aguascalientes renuncian a su labor por diversos motivos, uno de ellos vincularse con la delincuencia organizada, según versiones emitidas por personas allegadas a ellos, dijo el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Autopartes, Rogelio Padilla. “Sí me comentaron algunas personas que estos trabajadores dejaron de laborar en las fábricas para irse a vincular con la delincuencia organizada, por razones que no sé por qué lo hacen, según me comentan, pero no tengo el número de casos”.
Esto regularmente se escucha en los municipios del norte del Estado, donde grupos delictivos invitan a participar a algunos de los trabajadores y les ofrecen ganar más dinero dedicándose a actividades ilícitas. “En el caso de quienes renuncian de los municipios del norte del Estado son alrededor del 7 por ciento de las plantillas laborales en las empresas”, dijo. En el caso de Calvillo, también quienes renuncian para tener mejor vida lo hacen pero el 90 por ciento de ellos deciden emigrar a los Estados Unidos, y el otro diez por ciento decide autoemplearse, o bien algunos regresan a laborar a otras empresas.
Mientras en el caso de jóvenes invitados a delinquir, continúan en su dilema de seguir las órdenes de quienes los contrataron, pero bajo el temor de pagar las consecuencias por pertenece a un grupo delictivo, donde en muchas ocasiones no pueden renunciar a esta actividad porque son víctimas de amenazas. Más aún, dijo Padilla, las situación es delicada porque los jóvenes son quienes ingresan a las plantas a trabajar y al invitarlos a participar en estas actividades ilícitas les fascina y se ponen a seguir los malos pasos.
Lamentablemente para sus familias esto acarrea una serie de consecuencias graves al grado donde ya no tienen escapatoria para liberarse o bien algunos deciden regresar a laborar en fábricas y tratar de olvidarse de estas amenazas de continuar en el grupo porque está en peligro su vida.
Hace unos días se presentaron narcomantas en varias partes de Aguascalientes haciendo alusión al dominio de la plaza por parte de dos cárteles, rivalizando la posesión del lugar.
Casos como estos emocionan a los jóvenes a participar y ver las cosas como si fueran un juego, pero simplemente los hacen vincularse de manera directa y pertenecer a su grupo con tal de meterlos como carnadas y atraparlos con promesas atractivas, según explican algunos analistas e investigadores en Seguridad Pública.