(EL UNIVERSAL).- Frente a las actuales jornadas de vacunación en contra del Covid-19, los investigadores no se olvidan del sector más joven de la población, ya que si bien la enfermedad no impacta en ellos, comúnmente, son unos de los principales «superpropagadores», por lo que inmunizarlos abriría la posibilidad de regresar a las escuelas y controlar los contagios. Es por ello que los grandes farmacéuticos ya estudian los efectos de las vacunas entre los más pequeños.
En la actualidad, están en marcha una serie de estudios que involucran ensayos en población joven, de entre 12 a 15 años, lideradas por los representantes de las dos primeras farmacéuticas que obtuvieron permiso para aplicar sus vacuas, Pfizer y BioNTech. Estas pruebas contaron con la participación de 2 mil 200 personas, con el objetivo de conocer los efectos secundarios que podría producirles. Los resultados serán publicados en junio de este año.
Simultáneamente, la empresa de biotecnología Moderna lleva a cabo un ensayo con 3 mil voluntarios. Del mismo modo, los consorcios AstraZeneca y la Universidad de Oxford anunciaron que comenzarán a probar su vacuna en 300 niños del Reino Unido de entre 6 a 17 años. A su vez, Johnson & Johnson, cuya vacuna está por aprobarse por los reguladores de Estados Unidos, en los próximos días, ya planea hacer pruebas en los jóvenes. Finalmente, Sinovac Biotech se encuentra administrándolas en infantes de 3 a 17 años en China.
En este contexto, los expertos argumentaron -en una publicación de «Science»- que dicho interés radica en que el acercamiento entre los niños y los jóvenes supone un riesgo para los adultos mayores ya que, hasta la fecha, se ha demostrado que estos sectores de la población son los que más transmite el SARS-CoV-2.
«Dado que los niños pueden transmitir el virus a los adultos, para quienes la vacunación no es 100% eficaz, proteger a los niños será clave para reducir las tasas de infección», argumentaron los especialistas.
Pese a que estos representan alrededor de 250 de 500 mil muertes totales, médicos y científicos coincidieron en que inmunizarlos es fundamental para su propia protección y la de la población en general. Sin embargo, los especialistas advirtieron que para tomarlos en cuenta es necesario contar con autorización pediátrica.
En aumento, consecuencias fatales en niños con Covid.
Por otra parte, Douglas Diekema, pediatra y bioético del Seattle Children’s Hospital expuso que el aumento en decesos de niños por el Covid-19 es notable: «Está causando más muertes que la influenza en una temporada típica», que «son muertes innecesarias y deben evitarse», puntualizó.
Otro de los efectos graves que ha producido la enfermedad en los infantes, alterando la salud de al menos de 2 mil niños y adolescentes, los cuales han desarrollado un síndrome inflamatorio severo, causante de enfermedades graves y dañar órganos.
Así mismo, los clínicos expusieron que algunos niños presentaron síntomas persistentes como fatiga intensa, similar a los factores que corresponden al «Covid-19 prolongado» en los adultos. Este efecto secundario consiste en continuar experimentando molestias de la enfermedad luego de uno o dos meses de la recuperación.
Estos peligros han convencido a muchos médicos que los niños necesitan tener acceso a las vacunas antes de reactivar sus rutinas anteriores a 2020: «No creo que nadie quiera que los niños usen máscaras durante el resto de su infancia», consideró Evan Anderson, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en Children’s Healthcare of Atlanta.
En la actualidad, los científicos se cuestionan si se debe administrar la misma cantidad de dosis, suministrada en los adultos, en los niños y jóvenes. Es así que las empresas pueden experimentarán con diferentes dosis, por lo que Emily Erbelding, especialista en enfermedades infecciosas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas sugirió probar medias dosis y cuartos en lactantes y niños pequeños. «Si obtiene la misma respuesta inmune a una cuarta parte de la dosis y disminuye los efectos secundarios, entonces probablemente le daríamos una dosis menor», detalló.