CIUDAD DE MÉXICO, enero 27 (EL UNIVERSAL).- La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), que agrupa a todas las aerolíneas comerciales y de carga de América Latina, pidió un plazo mínimo de 12 meses para lograr la migración de la carga aérea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
ALTA indicó que les preocupa el proyecto de decreto que prevé el cierre del AICM para operaciones de transporte aéreo de carga y la habilitación del AIFA para ese fin, ya que las instalaciones y procesos para la importación y exportación de carga no están habilitados en su totalidad en el AIFA.
Como es el caso de la infraestructura física de bodegas, certificación de los operadores de apoyo en tierra, agentes aduaneros y agentes de carga.
Separar operaciones aumentará costos, advierte
Además, separar el aeropuerto de carga del aeropuerto de pasajeros representa también una afectación importante para la conectividad de la carga, ya que alrededor de 50% de las cargas aéreas son transportadas en las bodegas de aeronaves de pasajeros.
«La separación de estas operaciones generaría demoras, mayores costos que se verán reflejados en los costos que paga la población por los productos y menor flexibilidad y eficiencia.
«La competitividad de Ciudad de México como hub de carga se vería perjudicada, así como el sistema de transporte aéreo comercial que allí opera», comentó José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA.
La asociación destacó que México es el principal país de la región en términos de capacidad de carga internacional con 28% del total.
Transporte de carga, clave para México; cambios repentinos provocarán pérdidas
Asimismo, en 2021, México movió al 26% de la carga aérea doméstica en la región y Ciudad de México se consolidó como la segunda ciudad con mayor origen de carga aérea doméstica representando el 6% del total, después de Sao Paulo en Brasil.
El transporte de carga desde y/o hacia México es esencial para una extensa cadena de valor económico que genera bienestar socioeconómico para la población, desde el pequeño productor hasta las grandes corporaciones, agregó Botelho.
Debido a que la pandemia afectó significativamente las cadenas de suministro, los operadores de carga hicieron esfuerzos destacados, por lo que, en este momento de recuperación, las medidas deben ser aún más planificadas, articuladas y organizadas.
«Cambios repentinos, sin la correcta planificación y consideración de los involucrados podría generar mayores pérdidas para todos y disrupciones en un servicio que no es para día ni noche», apuntó Botelho.