Se complica el panorama económico para la industria de la construcción, adicional a los efectos económicos de la pandemia de Covid-19, ahora aumentó el precio de los insumos, algunos en niveles de hasta el 30 por ciento.
En consecuencia se anticipa un aumento en todas las obras y procesos de construcción, entre ellos las viviendas de todo tipo, lo que le pegará al precio final de los productos cuando el sector de la construcción y el dedicado al desarrollo de viviendas no están en condiciones de seguir absorbiendo el impacto económico.
Tan sólo el acero registró un aumento de casi el 30%, el cemento alcanzó un alza de hasta el 13%, mientras que otros insumos ligados como el aluminio y el vidrio también subieron en proporciones similares.
Por su parte, la madera no se quedó atrás y aumentó, al igual que la arena, la grava, además de los servicios de acarreo y flete, todo ello derivado también del alza en el precio del diésel.
Por lo tanto, este año la inflación en la construcción oscilará en niveles entre el 6 y 7%, y tan sólo en el sector vivienda las unidades habitacionales podrían aumentar de precio en esas mismas proporciones, detalló el desarrollador Antonio Rodríguez Mirelles.
Sin embargo, dijo que es preciso hacer el esfuerzo necesario por mantener los mismos precios, para que las viviendas sean asequibles a los compradores.
A pesar de la crisis económica, la inflación en la industria de la construcción se había mantenido en niveles razonables entre el 3 y 4%, similar a la general; no obstante, este año rebasó esos niveles derivado del alza en casi todos los insumos.
Desde hace tiempo se ha tenido que sacrificar cierto margen de ganancias para no quedar fuera del mercado, sin embargo, estos sectores no resisten más, de manera que los aumentos tendrán que transferirse al consumidor final, señalaron los constructores y desarrolladores de vivienda.