Las aguas comienzan a agitarse.
Una noticia preocupa hoy a la sociedad de Aguascalientes: trabajadores del Hospital Hidalgo amenazan con realizar plantones si no son tratados como merecen, dicen.
Y es que médicos y enfermeras se quejan de que las propias autoridades estatales y el mismo Instituto de Salud les dan, literalmente, “atole con el dedo” y no les han pagado lo que ellos mismos prometieron: un bono económico por laborar en el área Covid.
Y vaya que se lo merecen, pues todo el personal médico y gente que labora en el hospital cubren desde la primera línea de batalla al enemigo: el Covid-19.
Específicamente, médicos y personal de enfermería son los que se juegan la vida al atender a los miles de contagiados del coronavirus y sienten que los mandaron a la guerra sin fusil.
Al principio de la pandemia fue porque no les dotaron insumos básicos y suficientes para hacer frente a la enfermedad altamente contagiosa y que en muchos de los casos deriva en la muerte; poco a poco se fueron subsanando estos problemas y seguirían trabajando como siempre de no haber recibido la promesa del gobernador Orozco de que serían premiados con un estímulo económico que evidentemente no les ha llegado.
Ya se sabe que las promesas se deben cumplir, sean buenas o malas, pero son compromisos que hay que realizar, no hay nada más importante que la palabra y se debe cumplir, si no, ¿para qué lo prometen?.
Ahora el personal del nosocomio se siente engañado y no debe ser así, no olvidemos que si bien es su labor, han dado el extra para salir avantes en este gravísimo problema de salud que aqueja a todo el mundo y que Aguascalientes no es la excepción, pues lo dicen los registros oficiales: hay 1,590 defunciones y 14,597 contagios.
Ciertamente se lo merecen, ya que han vivido jornadas extenuantes y llenas de angustia por tratar de salvar vidas, por lo que un estímulo económico en plena crisis financiera vendría a ser un alivio para sus familias.
Lo que más les molesta, afirman, es que se sienten engañados y piensan que el dinero existe pero que es utilizado con fines diferentes a lo que se comprometieron las autoridades.
Hay que cumplir señores, no todo es trabajo y los empleados del Sector Salud merecen algo más que jornadas duras, de angustia, merecen ser tratados con respeto,
con un amplio reconocimiento a su labor porque la compleja situación los agarró desprevenidos, como a todos, pero seguro es que necesitan sentirse valorados porque de por medio va su propia vida, y eso, no hay con qué pagarlo.