Trabajadores de una fábrica automotriz en Aguascalientes fueron encañonados con cuernos de chivo en Zacatecas. Viajaban a bordo de un camión de trasporte de personal cuando fueron detenidos por varios sujetos armados entre las comunidades de Loreto y San Marcos, Zacatecas. El camión los transportaba a sus hogares luego de su jornada de trabajo en la empresa Sistema de Arneses K&S Mexicana, indicó Rogelio Padilla, secretario adjunto de la FTA-CTM.
“El pasado miércoles por la mañana sujetos armados realizaron una persecución en un convoy de seis camionetas en contra del camión que los trasladaría a sus hogares. Alcanzan el camión y bajan a los trabajadores. Los encañonan con cuernos de chivo. Detuvieron el camión, bajan a los trabajadores y los dejan ir porque sólo iban a bordo cuatro personas. El chofer mejor se regresa a Loreto porque eran las 3 de la mañana y ahí se quedan a dormir, y a las seis de la mañana volvieron a sus hogares”.
Sólo iban cuatro trabajadores a bordo cuando ocurrieron los hechos, porque el resto ya habían llegado a su destino. Se desconoce el plan de los delincuentes. Para fortuna no hubo daños humanos. Sólo se llevaron el susto. Por momentos los trabajadores creían tratarse de un robo.
SECRETARIO DE LA FTA-CTM, TAMBIÉN VÍCTIMA DE VIOLENCIA
Ahora le tocó al secretario general adjunto de la Federación de Trabajadores de Aguascalientes, FTA-CTM, Rogelio Padilla, ser víctima de la inseguridad en el estado de Zacatecas. Grupos armados intentaron quitarle su vehículo en días pasados. Gracias a la aproximación de elementos del Ejército Mexicano se logró frustrar el robo.
“Me venían siguiendo dos camionetas en el municipio de Jerez, Zacatecas, y me paré en un OXXO a comprar algo para comer. Me di cuenta que llevaban armas largas, se veían a simple vista. En las camionetas iban varios sujetos. Dos de ellos se bajan y se acercan a mí. Me preguntan que si el vehículo no lo vendía. Le comenté que el vehículo no era de mi propiedad. Y en pocos minutos un camión de militares se acercó a este lugar. Le saludé a uno de ellos. Y en ese momento, los ladrones se fueron, despidiéndose de mí, indicándome que luego acordaríamos el precio del vehículo para la venta”.
Padilla había acudido a ese lugar por motivos de trabajo. El vehículo era tripulado únicamente por él. Y cuando se percata de la presencia de las dos camionetas detrás de su automóvil es cuando mira por el retrovisor a los sujetos empuñando los rifles.