CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 30 (EL UNIVERSAL).-
Este sábado, América y Pumas se enfrentaron en una nueva edición del Clásico Capitalino, que paralizó la Ciudad de México por lo que representa para ambas aficiones, y en el que [victoria, derrota o empate].
Como era de esperarse, las emociones se vivieron desde los primeros minutos de haber iniciado el partido, cuando el VAR intervino para que se revisara la jugada del gol de Henry Martin, en el minuto 11, en la que el delantero de las Águilas, con el afán de meter el balón, golpeó en la cabeza al jugador de los Pumas; por lo que el árbitro central, Víctor Cáceres, anuló el tanto con el que los locales se hubieran adelantado en el marcador.
Al finalizar la primera mitad se vivió el primer connato de bronca, protagonizada por Julián Quiñones y Gabriel Fernández.
Al 58′ del segundo tiempo Henry Martin aprovechó la desatención de los defensas y originó la jugada en la que Leo Suárez disparó desde fuera del área, pero desafortunadamente el balón pegó en el travesaño de la portería; momentos más tarde se presentó el segundo connato de bronca del encuentro, en dónde jugadores azulcremas y auriazules se enfrascaron entre empujones y jalones de camisetas.
El VAR se hizo presente nuevamente en el partido, en dónde se marcó un penal a favor de los locales, Jonathan Rodríguez fue el encargado de cobrarlo y anotó el tanto al 74′, no sin antes que su disparo lo detuviera el guardameta Julio González, pero por fortuna de Rodríguez pudo rematar de nueva cuenta y mandó de un cabezazo el esférico al fondo de las redes.
Hasta los minutos finales del partido los ánimos siguieron muy encendidos, tanto que el técnico de Pumas, Antonio Mohamed, encaró a los jugadores de la banca de América, lo que ocasionó otro enfrentamiento entre jugadores de las bancas y los que se encontraban dentro del campo.
Para la Jornada 11, América recibirá a Pachuca, por su parte Pumas jugará en el Estadio Universitario contra Querétaro.