Tucson (Arizona), 22 ene (EFE News). – Uno de los momentos más difíciles de la vida de Antonio «Tony» Valdovinos fue cuando quiso enlistarse en la Infantería de Marina de Estados Unidos y descubrió un secreto que sus padres le habían ocultado toda su vida: era un inmigrante indocumentado.
Valdovinos recuerda el orgullo que sentía cada vez que en la escuela recitaba el juramento a la bandera y después de los ataques del 9/11 su mayor sueño era luchar por su país como soldado.
Sin embargo, debido a su estatus migratorio su solicitud fue rechazada.
«Cuando supe la verdad me sentí muy triste, me sentí impotente, pero después entendí por qué mis papás lo habían ocultado. Era una forma en la que trataron de protegerme del racismo y de la discriminación», relató Valdovinos a Efe.
La historia de superación del joven mexicano, quien fue traído a vivir en Arizona cuando solo tenía dos años de edad, es la inspiración de la obra musical «¡Americano!», que se estrena el próximo 29 de enero en el Phoenix Theatre.
Valdovinos también fue una «victima» de la ley estatal 300 en Arizona, la cual niega a los jóvenes estudiantes indocumentados la posibilidad de pagar colegiaturas como residentes en universidades y colegios estatales.
Al no poder seguir con sus estudios universitarios, Valdovinos se reinventó a sí mismo y toda su frustración la enfocó en trabajar en favor de la comunidad inmigrante, convirtiéndose en un activista que promueve el voto entre la comunidad latina.
El joven de 29 años estableció el grupo «La Machine», que ha servido para impulsar las carreras de varios políticos locales, destacando la elección de Rubén Gallego a la Cámara de Representantes de Estados Unidos por Arizona.
«Estoy muy orgulloso del trabajo que hemos hecho; hemos tocado muchas puertas, hablando con la gente y promoviendo la importancia del voto», apuntó.
También dijo sentirse muy contento de que su vida sea ahora una obra de teatro y espera que sirva de mensaje a otros «soñadores» de que la vida no termina solo porque alguien no puede conseguir una de sus metas.
El futuro inmediato de Valdovinos, al igual que el de miles de soñadores protegidos por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), se encuentra ahora en manos de los jueces de la Suprema Corte de Estados Unidos.
Se espera que en los próximos meses los jueces decidan si el programa que ha protegido a los soñadores de la deportación sigue con vida o es eliminado.
Valdovinos, quien también es un exitoso empresario, asegura sentirse 100 % «americano», y si bien dice estar orgulloso de su cultura mexicana sostiene que su país ha sido y seguirá siendo Estados Unidos.
«No quiero pensar en el futuro; lo mejor es seguir trabajando y seguir luchando. Hay que seguir impulsando el voto. Es la única manera en que lograremos un cambio», dijo.
La historia de Valdovinos también podría ser plasmada en un libro antes de que finalice 2020.