El presidente Andrés Manuel López Obrador retó este lunes a sus opositores a que prueben y demuestren las acusaciones de presuntos actos de corrupción por parte de sus hijos, pero dio por asentado que estos no son corruptos.
En conferencia de prensa y sin pregunta de por medio, el jefe del Ejecutivo federal acusó a sus adversarios conservadores de ser «unos viles calumniadores», característica que, indicó, comparte la derecha en todo el mundo.
«A ver, corrupción de mis hijos, ¿Pruebas? ¿Dónde están? Mis hijos no son corruptos y demuéstrenme lo contrario. Los desafíos porque si no, porque además ya lo doy por asentado son unos viles calumniados nuestros adversarios del bloque conservador, porque así es la derecha en todo el mundo.
«Son muy falsarios, muy hipócritas, muy corruptos, racistas, clasistas. Desde luego son nuestros adversarios no nuestros enemigos. A nosotros antes y hasta ahora los conservadores nos daban trato de enemigos a destruir no de adversarios a vencer. Pero los conocemos muy bien», dijo.